Una señora va a una tienda de mascotas a comprar un loro y elije uno que ve en vidriera. Es un loro adulto ya, y el vendedor le dice:
- Señora, este loro no se lo recomiendo, es grande, tiene mañas, está malaprendido...
- No importa, lo quiero igual
- Es que el loro pertenecía a un prostíbulo que cerró
- No importa, lo quiero igual - repetía la señora que se había encariñado con el pajarito.
- Pero señora, el loro es muy mal hablado...
- No importa, le enseñaré a hablar bien
- Muy bien señora, está avisada, es suyo el loro.
Lo lleva a su casa y lo deja en el living... El loro observa su nuevo hogar y dice: "Prrr.... Prostíbulo nuevo, prostíbulo nuevo... prrr" A la señora le causó gracia lo que dijo el loro y se rió.
Al rato llegan las hijas de la señora y el loro al verlas entrar dice: "Prrr... Prostíbulo nuevo, prostitutas nuevas... prrr" La señora y sus hijas se rieron de la ocurrencia del animalito verde.
A la noche, cuando el marido de la mujer llega de trabajar, entra al hogar y el loro al verlo dice: "Prr... Prostíbulo nuevo, prostitutas nuevas, pero el mismo cliente de siempre... Prr".