El problema es que tobilleras como las que salen en el anuncio no recuerdo haberlas visto en tiendas de Tenerife, porque tengo claro que si las hubiese visto me las hubiese comprado para mí
. Y no sé, pero yo es que soy muy exigente conmigo mismo, y regalarte una tobillera de plástico, de esas de todo a un euro me haría sentir fatal. Imagínate, es como si tu Amo te viste con ropas fetichistas de los chinos, como las que vendían estos carnavales en una tienda en la esquina de la Plaza Weyler, en Santa Cruz. Porque una cosa es "vestirse" o "vestirte" de diosa, y otra muy distinta "disfrazarse". Pero bueno, también podemos ir de tiendas a ver si encontramos una tobillera que merezca la pena. Si es así además de la tuya me compro otra para mí.
Me gusta el otoño, porque es cuando las chicas usan las botas.