Durante todo el tiempo, el suficiente, que llevo ejerciendo como Domina, de forma vocacional, tanto profesionalmente como por puro placer y diversión, he podido constatar que hay mayor número de hombres que SIENTEN la sumisión, que mujeres, aunque parezca distinto en la realidad. Esta afirmación no debe o no debería hacer que nadie se pusiera las manos en la cabeza a modo de extrañeza, espanto o incredulidad (bueno, sí, quizá los que son incapaces de ver más allá de su propia sombra y piensan que el sentimiento sumiso en un hombre es un problema de inseguridad y no precisamente una virtud o un sentimiento necesario, tan válido como cualquier otro). El problema es éste. Este mundo, todavía machista, retrógrado, conservador y falso, tiende a querer imponer, sí a imponer, aunque de forma maquillada bajo el manto de una sociedad permisiva y moderna y nos ha inculcado que un hombre pierde toda su hombría (aún no comprendo bien el porqué de ese término) si se deja dominar, llevar, mandar, someter, servir, humillar, etc., por una mujer. Aún vivo ese temor en las llamadas que recibo, vivo ese miedo y siento que cuando me hablan tienden a que su voz tiemble y necesite silencio absoluto para poder entender qué quieren decirme. En su mente, además de temor, retumban golpeando su cerebro varias incontestables preguntas, que casi nunca formulan: “¿estaré enfermo, loco?, ¿soy raro?”. Pues quiero contestarlas y decir que, si tener fantasías, si dejarse llevar por lo que uno siente y quiere, si querer encontrar esa parte de uno que le completa, si querer ir a contracorriente, si buscar y obtener la libertad mental y física, si olvidarse de lo que se debe ser y se bebe pensar es ser raro o estar mal de la cabeza, vais a permitirme deciros que entonces…¡SÍ, COMPLETAMENTE!. Pero también digo que para definir una rareza debe compararse con algo que no lo es y mi gran cuestión es, ¿quién y cómo se define lo que es normal? ¿Es normal seguir lo que dicta la sociedad pero no es ni tan siquiera cuestionable seguir un camino propio y descubrirse? Ok y ahora que alguien me cuestione que esa sociedad “normal”, repleta de falsedad, egoísmo, mentiras y engaños no es una verdadera locura… ¿Quién es raro? Seguir por este camino sería interminable pero ahí lo dejo para su reflexión. Sentencio, porque lo he vivido, que completarse, vivir la dualidad humana, es sentirse libre y realizado, siempre que esa búsqueda y ese camino nunca pise al que tengamos al lado, sea quien sea. Este escrito no pretende convencer a nadie, solo hacer reflexionar y dejar claro que cualquier paso que damos, si lo hacemos de forma consciente y siendo consecuentes nos ofrecerá muchas oportunidades y nos ayudará a conocernos y sentirnos plenos. Maravilloso ¿no? Pues aquí lo dejo hoy sin esperar juicios ni opiniones. Yo respeto, quizá no comparta, pero respeto y exijo lo mismo para conmigo siempre y en todo momento.
Domina Ishtar
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