No debería opinar sobre
Cásate y sé sumisa, pues confieso que no he leído el libro, así que me limitaré a lo que parece desprenderse del título del mismo, así como a los comentarios que ha suscitado en los medios.
¿Quién ha dicho que la Iglesia Católica está enquistada en el pasado? ¿Quién ha dicho que los curas son un fósil viviente del Antiguo Régimen? Pues va a ser que no... Que más bien es todo lo contrario... Salvando temas como el matrimonio homosexual, o el acceso de las mujeres al sacerdocio, donde la Iglesia Católica se comporta de manera muy poco inteligente, en el caso del libro
Cásate y sé sumisa han acertado plenamente... ¿Que dicho lbro ha desatado una oleada de indignación? Naturalmente, es lo que le suele pasar a los libros que tienen algo que contar. Los otros pasan desapercibidos, y cualquier autor sabe que es preferible recibir críticas negativas, frente a la otra opción, que es la de que tu libro se llene de polvo (en el buen sentido de la palabra
) en las estanterías de una biblioteca y porque nadie le preste atención. Pero vayamos por partes. ¿Por qué molesta este libro, y a quién molesta? Pues muy sencillo, por la misma razón que a la Coca-Cola le puede fastidiar que Pepsi aumente sus ventas... En el mundo occidental, y más concretamente en el ámbito mediterráneo la Iglesia Católica ha tenido siempre el monopolio para dar clases de moral. Hasta hace pocas décadas eran los curas los únicos que tenían la potestad de decirle a la plebe lo que era "bueno" y lo que era "pecado". Es cierto que el catolicismo constituyó durante muchos siglos la religión de Estado, pero hace tiempo que las cosas cambiaron, y que, aunque formalmente sigan teniendo presencia en la vida protocolaria, de hecho, la auténtica religión de Estado ya no es la católica. Hoy en día, la auténtica nueva religión de Estado es la representada por el conglomerado de ideologías que se agrupan en torno a la noción de la "corrección política". Así que el "buen cristiano" de otros siglos ha pasado a estar representado ahora por el "buen progre" (que puede ser progre de izquierdas o progre de derechas), que como tal es, y por definición, ecologista, multiculturalista, animalista, homosexualista y, naturalmente, feminista... En la actualidad asistimos a una lucha a muerte entre un colectivo en retroceso (la Iglesia Católica) y un grupo en ascenso que pretende ocupar el mismo nicho de mercado que antaño tenía el clero. No sé quiénes son más intolerantes, sectarios, dogmáticos y totalitarios, si los curas o las feministas... Supongo que ambos por igual, si los dejan, claro... El caso es que tanto unos como otros se han autoerigido en dueños de la moral, o mejor dicho de "su" moral, y con la que pretenden evangelizar al personal, por las buenas o por las malas... Acierta por ello el arzobispo de Granada al decir que las críticas a dicho libro no van tanto por el contenido del mismo, sino por ser quién es su editor.
Y ahora hablemos de lo que parece ser lo sustancial del libro. ¿"Cásate y sé sumisa"? ¿Qué hay de raro en ello? Naveguen ustedes en cualquier página de contactos "vainilla" (y también BDSM) y lean atentamente lo que escriben las mujeres que buscan pareja. ¿En qué otra cosa se da una coincidencia generalizada entre las féminas sino a la hora de escribir aquello de "busco un hombre seguro de sí mismo, que sepa lo que quiera"? Una frase hecha que no deja de ser una forma eufemística de referirse a lo que se considera como propio de un HOMBRE con mayúsculas, o hablando claro, de lo que representaría en el contexto de los primates el rol del macho dominante. Es por ello que la periodista italiana autora de
Cásate y sé sumisa ha demostrado conocer la auténtica psicología femenina, que no es la derivada de los mandamientos de la nueva religión de sustitución ideados por las teólogas de género de algunas universidades estadounidenses al servicio del gran capital, sino la de nuestra naturaleza humana...
¿Y es "malo" fomentar la sumisión de la mujer a su marido como forma de robustecer un matrimonio? Vaya, eso es exactamente lo mismo que predica Elise Sutton, cuando expone los beneficios para una relación de pareja al darse entre ellos una relación desigual basada en la dominación femenina (
http://elisesutton.homestead.com/main.html). Claro que en el caso de Elise Sutton (que por cierto es cristiana practicante) los roles cambian, y es el varón el sumiso. Tanto en un caso como en el otro el objetivo es el mismo: fortalecer los lazos emocionales entre los miembros de la pareja. ¿Funciona tal metodología? Yo no lo sé. Pero sí creo que cada persona y pareja debería ser libre de elegir el estilo de vida que más le resulte atractivo. Personalmente soy sumiso, ateo y travesti, lo que me lleva a sentirme más identificado con los textos de Elise Sutton, y no con
Cásate y sé sumisa. Pero de igual manera que deseo que respeten mi opción, ¿por qué razón no iba a respetar a quienes se sientan más cómodos en los otros roles?
Me gusta el otoño, porque es cuando las chicas usan las botas.