Érase una vez...

[Hipuquema]

Érase una vez un joven inocente, de inmensa fortaleza, con un fuego capaz de devorar el mundo entero, de llama tan cálida, que servía de remanso, lugar idóneo de descanso para su gente. Su jovialidad era tal, que contagiaba de esperanzas a todo aquel que reposara y bebiera de sus aguas.

Tinieblas...

Sus andanzas y desengaños convirtieron todo resquicio de virtud en desasosiego... en un mundo pervertido, corrupto por la malicia y por una implacable necesidad de autosatisfacer su ego a toda costa, ¿cómo puede florecer un hombre bueno?

Ese joven sobrevivió, a duras penas, a certeras traperas puñaladas de envenenadas dagas. Profundas heridas, poderoso veneno que dejan secuelas...
Si ese joven de antaño se topase con el hombre envenenado por este mundo pestilente en el que se ha de convertir... quedaría horrorizado.

Antaño tenía una senda y buscaba las respuestas a sus preguntas; hoy, no atisba vislumbrar su camino, y ha olvidado las preguntas.
-¿Dó estás? ¡Oh! Hombre bueno.
-¿Dó quedó tu fuerza de diez mil hombres? ¡Oh! Fiero guerrero.
-¿Dó escondes tu infinita compasión y comprensión? ¡Oh! Leal compañero.
-¿Dó está ese don que te embriagaba por querer siempre superarte y hacer del mundo un lugar mejor? ¡Oh! Artista sincero.
-¿Dó está esa insaciable gana de crear tu camino entre tanta maleza? ¡Oh! Alegre viajero.

Tranquilo, amigo mío, no dejes que esta realidad te frene; si no conseguiste cambiar el mundo, que al menos él no te cambie a ti. Así que retoma tu camino sin prisa y sin pausa.
Hoy no eres iluso, ni incrédulo; has vivido el desasosiego y el desamparo; has recorrido caminos que no son los tuyos. De modo que ahora eres más sabio que antaño; y de tu sabiduría, nacerá la fuerza. Así que tranquilo, indaga en tu ser, descansa y sacia tu sed; que pronto retomarás tu propio camino, con tu sabiduría por hoz, para abrirte camino entre la maleza.
Recuerda lo que eres: un hombre con principios y un fin por el que luchar.
Vuelve a creer en ti, ten fe en la fuerza de tus actos y deja que sean ellos los que respalden tus palabras.

Dedicado a todas esas personas que en algún momento se perdieron en este camino que es la Vida. Si aún se encuentran perdidxs, no desesperen, que cuanto más profunda sea la oscuridad, con más fuerza se aprecia un brillo de claridad.

¡Fuerza y honor, hermanxs!