El juego erótico puede darle infinidad de variantes a la relación sexual. Haría que todas las noches fueran diferentes pues por lo regular los adultos suelen saltarse la etapa de seducción y de jugueteos para iniciar de inmediato la relación sexual, como si tuvieran prisa.
Gracias al juego erótico se logra tal intimidad con la pareja que el coito puede ocurrir de una manera más natural y agradable. Las mujeres son quienes más lo proponen a sus compañeros; cuando descubren el potencial de su sexualidad, ellas no conocen límites.
El juego erótico puede empezar, sin que los involucrados se percaten, desde el acto de desvestirse: la mujer puede pedirle al hombre que se desnude para ella, o viceversa. La solución consiste en "calibrar" a nuestra pareja: dar un paso y observar su reacción antes del siguiente, sin olvidar que en estos casos el lenguaje corporal posee mayor importancia que el hablado.
Algunos consejos para dar masajes
Un masaje puede culminar en una relación sexual por lo que cualquiera de los integrantes de la pareja puede practicar las sugerencias que se indican a continuación:
- La actitud que tengas al aplicar el masaje será transmitida a tu pareja, de modo que esfuérzate en olvidar las prisas, tensiones y preocupaciones.
- A ser posible, realiza el masaje al ritmo de música suave: clásica ligera, new age, baladas o erótica, al gusto.
- Enciende velas aromáticas o incienso para crear un ambiente propicio.
- Desconecta el teléfono y cerciórate de que nadie os interrumpirá.
- Usa luz indirecta (una lámpara de mesa, por ejemplo); no la del techo.
- Cierra puertas y ventanas para evitar las corrientes de aire.
- Utiliza un calefactor cuando haga mucho frío.
- Desnuda a tu pareja completamente y tú hazlo también, viste ropa holgada y fácil de lavar.
- Quítate anillos, reloj, esclavas y cadenas, y lávate muy bien las manos antes de empezar.
- Emplea aceite especial para masajes o aceite para bebé.
- Coloca una toalla o sábana sobre la cama para evitar ensuciarla.
- Unta un poco de aceite en tus manos y frótalas para calentarlo a la temperatura corporal.
- No apliques el aceite directamente a tu pareja.
- Trabaja de los pies a la cabeza.
- Realiza cada movimiento de 10 a 15 veces.
- Procede simétricamente (un pie y en seguida el otro, una pierna y la otra, y así sucesivamente).
- No rompas el contacto. Mantén una mano (al menos) todo el tiempo sobre el cuerpo de tu pareja.
- Conserva un ritmo lento y sostenido; no lo cambies.
- Aplica presión suave sobre los huesos y fuerte sobre los músculos. Imagina que estás modelando el cuerpo de tu pareja para imprimirle la figura ideal.
- Anima a tu pareja a que te diga dónde hacer mayor o menor presión y dónde repetir un poco más.
Caricias lúdicas
El libro “Guía del perfecto amante” (Planeta, México, 1999), de Enoch Alvarado, proporciona varias clases de juegos con diversas finalidades: para favorecer la intimidad entre la pareja, con propósitos de excitación o por simple diversión.
El pollito. Se trata de un juego de exploración en el que se finge ser un pollito perdido en busca de su casa. Las patitas del pollo pueden ser los dedos y el pico, pequeños pellizcos en todo el cuerpo de su pareja. Inventa una trampa cualquiera: por ejemplo, el pollito que busca maíz para comer (lo encuentra en los diversas partes de la anatomía y allí da sus picotazos).
Olimpiada de ratones. Consiste en jugar con los dedos de las manos sobre la espalda de tu compañer@ y realizando los movimientos que uno o más ratones harían si compitieran en algún deporte. Tu pareja intentará adivinar de qué deporte se trata sólo a partir de sus sensaciones. Empieza con los deportes más fáciles: carreras con o sin obstáculos, salto triple, etcétera.
El recado. Sobre la espalda de tu compañer@, escribe una frase usando un dedo. Permite que él/ella adivine cada letra o palabra y luego pasa a la siguiente. Si falla, repítela acentuando los rasgos. Incluye los signos de puntuación. Los puntos y dos puntos pueden ser un buen pretexto para un piquete de costillas.
Caricias Excitantes
Caricias con objetos. Cualquier cosa a mano puede servir para estimular a tu pareja: un pañuelo, una toalla, un peine, un cepillo. Por supuesto, si el objeto es duro o rugoso debes tener mucho cuidado para no lastimarl@. Algunos elementos ideales para acariciar son los pañuelos de seda o algodón, terciopelos, plumas, la borla del talco, las cerdas de un pincel, las esponjitas que se emplean para distribuir el maquillaje y los cordones.
Desnudaos y sentaros uno frente al otro. Con una mano tapa los ojos de tu pareja mientras que con la otra acaricia su cuerpo con el artículo elegido.
Una caricia helada. Colócate un hielo en la boca semiabierta y recorre con ella el cuerpo de tu pareja, dejando que el hielo escurra. Lleva el hielo al vientre, los pezones, la parte interna de los muslos, la espalda (a la altura de la cintura) y detrás de las rodillas.
El aliento. Este juego podría ser el colmo de los juegos eróticos: ¡ni siquiera tocan a su compañer@! Sopla alternadamente aire caliente y frío sobre el cuerpo desnudo de él/ella. Escoge los puntos más sensibles, como detrás de las rodillas, los pezones y la nuca. Para aumentar la sensación, moja con la lengua el área antes de soplar.
El juego erótico se ubica a medio camino entre la seducción ("el arte de hacer que la mujer o el hombre desee la relación sexual", que empieza desde darle los buenos días a la pareja) y la relación íntima.
Fuente: swinger.com.mx