Por si eres uno de los que aún lo dudan, te hablamos de algunas de las ventajas que puedes encontrar utilizando vibradores, uno de los juguetes sexuales más comunes y que más se utilizan. Bueno, y si ya los usas, te lo confirmamos: haces muy bien en introducirlos entre tus sábanas.
Querer probar un vibrador es una forma de despertar la curiosidad por lo nuevo en el ámbito sexual, algo que de por sí ya es estupendo.
Además, sirve para que redescubras tu cuerpo desde nuevos puntos de vista, para que aprendas nuevos puntos de placer y nuevas sensaciones ya que estimulan con precisión las terminaciones nerviosas del clítoris y, también, de la vagina.
Los vibradores son divertidos e invitan a acariciar, al juego, a la fantasía, a la diversidad, a la ilusión... todas ellas cualidades muy apreciadas por las mujeres.
Utilizar vibradores en pareja también puede hacer que aumente vuestra complicidad en el ámbito sexual.
Pueden ser una buena ayuda en el caso de que tengas dificultades para llegar al orgasmo.
Ayudan a combatir la rutina, algo realmente peligroso en las relaciones sexuales. Un vibrador puede aportar interesantes variaciones y estimular vuestra capacidad de jugar y vuestra fantasía.
Los vibradores de diversas formas, tamaños y prestaciones- pueden convertirse en los mejores aliados de los hombres. Pueden ser cómplices para momentos cargados de sensualidad, seductor regalo para una ocasión especial, preludio, desencadenante o complemento de un encuentro sexual candente...
Psss pssss, hombres, acercad vuestro oído aquí: tenéis que saber que, según diferentes estudios, las mujeres que usan vibradores son más ardientes y disfrutan más. Y otro secreto: a los hombres también les gusta que les acaricien y cuando descubren la sensualidad femenina se apuntan entusiasmados.
¿Cómo utilizarlo con tu pareja?
Aquí van algunos consejos para volver loca a una mujer con un vibrador, porque si habías pensando que bastaba con encenderlo y aplicar las vibraciones andas un poco equivocado
si tu objetivo es oírla gritar de placer, nada como un masaje de clítoris para que una mujer se relaje y espere el séptimo cielo.
Si eres una mujer, quizás te sorprenda, pero te invito a que dejes probar a tu pareja, que sea él el que maneje tu vibrador para darte placer. Los juguetes eróticos femeninos pueden ser manipulados también por los hombres para obtener aún más placer.
Lo único que se necesita es paciencia y un juguete erótico con las pilas bien cargadas, da igual su forma y tamaño, ya sea con forma fálica o fantasía, de texturas y colores más reales o más bien surrealistas con colores vivos y divertidos, grandes o pequeños, mientras vibren hoy todos valen.
Antes de comenzar, prepara el ambiente y llévala a la cama o a un sitio cómodo para que se pueda recostar o tumbar sin pensar que se le hinca el respaldo o que está incómoda.
Haz un precalentamiento, no te recomiendo que enciendas el vibrador y enseguida lo apliques, puede resultar un poco brusco. Acaricia su vulva con tus dedos, evitando tocar el clítoris, ya que nos ocuparemos de él más adelante.
Si el vibrador es de ella pues no hay lugar a la sorpresa a menos que lo escondas entre las sábanas o cojines, pero si es una nueva adquisición que has hecho en un sexshop entonces puedes jugar la baza del factor sorpresa, actuando como si fuera un momento íntimo con los preliminares habituales, entonces en el último momento sacas tu as de la manga!
Empieza por ejemplo pasando la punta del vibrador apagado por su Monte de Venus con suavidad. Si no quieres andar preguntando, la mejor manera de saber si le gusta será observar los gestos de su cara, aunque tampoco hace falta que la escrutes como si estuviera en el test de la verdad, pero si es cierto que puedes extraer información de su mirada, su sonrisa
Aún con el vibrador apagado observa si se le han hinchado los labios de su vulva, entonces es buen momento para deslizarlo suavemente a lo largo de los labios arriba y abajo, parando de cuando en cuando sobre el clítoris.
Cuando veas que se relame de placer enciende el vibrador escogiendo el modo de vibración más suave. Céntrate en las zonas más sensibles de su entrepierna, pero evita sobrecargar de vibraciones una zona determinada, ¿por qué? Pues porque unos instantes está bien, pero si estás demasiado tiempo el músculo se empieza a dormir, provoca hormigueo e incluso se puede llegar a entumecer la zona.
A medida que las zonas erógenas son detonadas, aumenta la velocidad pero poco a poco ya que la intensidad no es necesariamente la clave para lograr una mayor excitación. Si tiene forma fálica puedes aprovechar para deslizarlo al interior de la vagina, ve poco a poco, lo introduces y lo vuelves a sacar, así varias veces con idea de usar la lubricación natural de la vagina para humedecer la superficie del vibrador, así como de la vulva.
A continuación separa los muslos de tu chica y pasa el vibrador sobre la raya que separa las nalgas. Este puede ser un buen momento para aumentar la intensidad de las vibraciones, ya que se trata de una zona menos sensible y ella ya se habrá acostumbrado al tacto del juguete y nivel de vibración.
Puedes pasar el vibrador por la zona perineal (zona entre la vagina y el ano), así como alrededor del ano, hasta que las descargas de placer de tu pareja sean imposibles de controlar. Entonces puedes volver sobre la vulva y repetir lo de variar las zonas de estimulación hasta alcanzar un orgasmo de clítoris bien intenso.
¿Es un vibrador un competidor?
De ninguna manera, es un complemento que podéis usar durante la penetración, durante los juegos, durante el sexo oral, para acariciar, para excitar, para llevar al orgasmo, para relajar, para proporcionar bienestar, para acariciar sin ninguna intención...
Los vibradores son aliados de los hombres independientemente de sus formas y funciones- porque excitan a las mujeres y las mantienen más activas sexualmente.
Entre una pareja, todo está permitido mientras ambos estén de acuerdo. Como se dice popularmente, el único límite es el cielo.
Fuente: amorysexualidad.com, blog.coompra.com, lamaletaroja.com