Sexo en la cocina... ¡Cuántas veces quieras!

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Para romper con la rutina, ponerle sabor y reavivar el fuego de la pasión; te sugerimos visitar esta parte de la casa, donde probablemente tendrás varias herramientas para aderezar tus encuentros eróticos.

En una encuesta realizada por el diario británico Daily Star, reveló que después de la habitación, la cocina es el lugar predilecto de las parejas para tener relaciones sexuales.

La cocina se ha convertido en un lugar mítico y muy sugerente para hacer el amor, pues es el sitio ideal para un encuentro ocasional, sin previo aviso, o si te lo propones, puedes preparar todo un escenario temático con el objetivo de tener una noche sumamente excitante.

A primera vista la cocina no parece un nido de amor, vale. Pero precisamente por ser un sitio que NO asociamos al sexo resulta que es un lugar que rompe con toda rutina. Y por ello tenemos que aprovecharlo. ¿Cómo? Sexoparejas.es propone utilizarlo para previos por sorpresa, y luego continuar la relación en otro sitio más apropiado. Esto no implica que no podamos dejarnos llevar y hacerlo hasta el final en la cocina, es sólo que ellos piensan que sólo es interesante si estamos muy excitados.

Estas son las claves que nos proponen:

• En la cocina solemos estar haciendo algo: cocinando, limpiando, buscando algo de comer… con lo cual es el momento perfecto para iniciar un acercamiento sexual: ¡será sorprendente!

• Este acercamiento tiene que ser rotundamente sexual, sin dejar lugar a dudas de nuestras intenciones. Así que nada de besitos o abrazos, ¡hay que meter mano y quitar ropa!

• Hay que aprovechar lo que hay por la cocina: ya hemos hablado anteriormente de la comida y también del hielo. Las encimeras suelen estar a la altura perfecta para sentar a alguien encima y tener un acceso estupendo a su entrepierna…

• Fomentar la excitación: Estamos buscando volver loca a nuestra pareja, que se deje llevar por su sexualidad. Para ello iremos directamente a zonas erógenas, apartando bruscamente (bueno, depende de los gustos personales, pero ya me entendéis) la ropa que se interponga.

• Tener claro el objetivo: Cuando veamos que nuestra pareja da signos claros de excitación (por ejemplo, que gotea humedad… ¡cómo me encanta eso!), le sugerimos ir al sofá, el cuarto, la ducha… y ahí acabamos con el tema.

• Otra posibilidad, algo más masoquista, es cortar el ataque y decirle que lo dejamos para más tarde. Vamos, subir el erotismo y dejarlo alto durante unas horas, manteniéndolo así con unos besos sexuales, unas caricias bajo la ropa, etc. Así hasta que decidamos terminar. No podemos alargarlo demasiado (2 ó 3 horas a lo sumo), porque la tensión prolongada provoca cierto malestar en los testículos (“blue-balls” en inglés);

Además, en la cocina tienes a la mano diversos objetos que te pueden ayudar a que el sexo sea toda una experiencia. Por ejemplo, desde recibir a tu pareja tan sólo llevando una coqueta lencería, zapatos altos y un mandil, hasta utilizar chocolate derretido, chantilly o algunas frutas para aderezar el momento.

De10.mx, hace un listado de algunos tips que puedes aplicar para que tu experiencia sexual en la cocina sea de lo más placentera y apasionante.

Primer encuentro.
Si aún no has experimentado tener sexo en la cocina, y no sabes a ciencia cierta qué es lo que puedes realizar en ese espacio, te sugerimos que veas las películas: "Nueve semanas y media" y "Atracción fatal".

La mesa.
Este mobiliario es uno de los más recurrentes para los encuentros eróticos en la cocina, ya que su tamaño es menor a la mesa del comedor y se presta muy bien para que las mujeres permanezcan encima de ella, mientras los hombres pueden tener acceso a todo su cuerpo.

El lavavajillas.
Para las personas que cuentan con este electrodoméstico en sus cocinas, también puede ser utilizado, pues su tamaño es idóneo para un encuentro cercano.

El fregadero.
Este espacio también es uno de los más recurrentes, ya que no corres el riesgo de que no aguante su peso y se venga abajo todo el asunto; sin embargo, ten en cuenta que para ocupar este lugar, no tiene que haber trastes sucios y cuidado con el agua, ya que se pudieran resbalar.

Condimentos.
Para ponerle más condimento al asunto, también puedes incluir diversos objetos como juguetes sexuales como vibradores, plumas de ave, esposas, entre otros; incluso vendarle los ojos a tu pareja, para crear más expectativa y excitación.

Comida.
Estando en un lugar tan delicioso como la cocina, es inevitable que no hagas uso de sus recursos, como ya lo habíamos mencionado. Así que puedes utilizar chocolate derretido, crema chantilly, miel, leche, vino, algunas frutas e incluso hielos, que despierten en ambos sus deseos sexuales.

A pesar de que este espacio puede ser sumamente excitante, la cocina también es uno de los sitios más peligrosos, pues entre los sartenes, cuchillos, cucharones, ollas y de más objetos, uno puede salir lastimado, así que toma en cuenta los siguientes consejos para no sufrir alguna lesión.

Cuchillos.
Aunque normalmente las relaciones sexuales que se dan en la cocina son espontáneos, por lo mismo antes de perderte en la pasión, asegúrate que no haya algún objeto punzo cortante sobre alguna de las áreas en las que pueda ver acción, de lo contrario, alguno de los involucrados puede terminar con una herida nada grata.

Chiles.
Si tu pareja te sorprende mientras estas preparando la cena o comida, para el cual utilizaste algún tipo de picante, no se te ocurra agarrar partes íntimas; o ya sin ropa, colocarte en el lugar donde previamente desvenaste los chiles, ya que el encuentro puede terminar muy mal.

Caliente, caliente.
Si estás cocinando justo en el momento en que decidiste hacer el amor con tu pareja en la cocina, ten cuidado de que no esté encendida la lumbre de la estufa o que alguno de los trastes esté caliente, porque en lugar de tener un momento delicioso, podrías terminar en la sala de emergencias de algún hospital.

Wasabi.
Este condimento japonés que es utilizado para preparar sushi, platillo que elegiste para recibir a tu pareja justamente para tener sexo en la cocina, no es la mejor opción, ya que su sabor extremadamente fuerte se queda impregnado en las manos y al momento de tocar a tu acompañante puedes causarle alguna irritación. Así que piensa dos veces qué platillo prepararás para esa ocasión sensual.

Así que, con todo esto, si nos hacemos una composición de lugar según Sexoparejas.es la cosa podría ir así:
"Llegas de trabajar, tu pareja está en la cocina preparando algo y se pone a contarte algo de su trabajo. Tú, sin decir nada y después de asegurarte de que las cortinas están echadas, vas detrás de ella, le bajas sin previo aviso los pantalones, te pones de rodillas y te pones a mordisquearle el culo. Cuando él/ella se calle y pregunte, le dices algo como “sigue contando, que yo sigo por aquí abajo”. Y le echas mano a la entrepierna o los pechos. Al de un rato, y cuando ves que la cosa está caliente, te pones de pie, haces que se agache hacia delante y le dices algo como “no pares, sigue con la cena”. Y te agachas otra vez y te pones a lamerle la entrepierna desde atrás.

Cuando ya gotee, te pones de pie de nuevo, le das la vuelta y le das un beso que le haga sudar. Y le dices: “¿te apetece seguir en la cama?”. Y con eso ¡ya tenéis alegrada la tarde! Eso sí, aseguraos de no dejar nada encendido en el fuego…"

Fuente: De10.mx, Sexoparejas.es