Este año, adorarás volver al trabajo. Convierte el lugar más odiado en el paraíso del sexo y del desenfreno y pon en prácticas algunas posturas sexuales.
Encima de la fotocopiadora, en el despacho del jefe, en el lavabo o en la mesa de reuniones. Busca el sitio que más te excite de la oficina y da rienda suelta a la pasión con tu compañer@.
Eso sí, evitad ser vistos, no vaya a ser que con tanta efusividad acabéis montando el numerito. El morbo de ser pillados encenderá aun más la llama de la pasión ¿Te atreves?
En la sala de reuniones
La sala de reuniones, es espacio de discusiones y conversaciones interminables, puede ser un excitante lugar en el que dar rienda suelta a la pasión.
- Aprovéchate de la mesa y pon en práctica la postura del "Tornillo".
Si a ella le cuesta llegar al orgasmo, ésta es tu postura ya que mientras se penetra la vagina se presiona el clítoris, responsables que alcances el placer máximo. Para llevar a cabo esta postura, ella debe recostarse en el borde de la mesa y tender tus piernas flexionadas a un costado de su cuerpo. Así el clítoris queda atrapado entre los labios vaginales. Mientras, el chico la penetra de pie frente a ella acariciándole los pechos. ¡Puro placer! Eso si, aseguraros de que la mesa es resistente.
- Si con la mesa no tenéis suficiente, aprovecharos también del sofá de descanso para llevar a cabo la postura sexual de "La profunda", ideal para los amantes de la penetración total y una de las preferidas de los hombres.
Mientras ella está acostada boca arriba con las piernas plegadas ofreciendo la vagina completamente abierta, él penetra de forma profunda y con un contacto genital extremo. La dificultad para besarse y la distancia de los rostros pueden ser ampliamente excitantes para ambos.
En la fotocopiadora
Ésta es otro de los espacios típicos de las fantasías eróticas. Y es que ¿Quién no ha fantaseado nunca con tener un “contra la pared” encima de la fotocopiadora? Apuesta por la postura del “Deleite” para hacer realidad tus sueños más húmedos.
Para esta postura, ella debe arrimarse al borde de la fotocopiadora mientras él, de pie, acerca su pene a la misma altura que su vagina. Ella se abre de piernas para recibir el sexo de su compañero y echa el cuerpo para atrás en una sutil relajación. Al mismo tiempo, el cuerpo del chico es envuelto por sus piernas. Es una postura para mujeres dominantes ya que ella es la encargada de marcar el ritmo de la penetración.
En la mesa del despacho
Tirar todos los papeles al suelo en un arrebato de pasión para tumbarse encima de la mesa del despacho es otra de las imágenes sexuales preferidas que tenemos en mente. En este caso puedes recurrir a la misma postura de la mesa de reuniones, pero como la del despacho es más pequeña puede resultar más cómodo atacar “desde atrás” con la postura de “La unión del Emú”.
Ella, de pie y de espaldas a él, se inclina hacia delante para apoyarse sobre la mesa. Él puede subirle la falda y agarrándola de las caderas penetrarla por detrás. Esta posición es muy excitante porque permite al hombre satisfacer sus fantasías de dominación, a la vez que la penetración es profunda, perfecta para estimular las paredes frontales de la vagina y el punto G.
Para una mejor visión de la acción, ella puede levantar una de sus piernas apoyando la rodilla en la mesa.
En la silla de oficina
Otra fantástica y excitante posibilidad es utilizar la silla para que él, cómodamente sentado, la reciba a ella sentada sobre su erección en la postura de “La Doma”.
Esta posición permite el juego preliminar, ya que ella puede hacerse desear tomando el pene con la mano y posándolo sobre su vagina haciendo movimientos suaves sobre ella, pero sin introducirlo. El hombre puede imponer su voluntad presionando a la mujer hacia su miembro lentamente, mirándola a los ojos. La pasión del abrazo, los juegos de lengua y las espaldas de ambos al alcance de la mano para causar escalofríos en el otro son algunas de sus bondades.
También puede hacerse con ella sentada de espaldas a él, de forma que él pueda acceder muy cómodamente a su clítoris y a sus pechos. La doma puede ser un camino hacia un orgasmo intenso e inolvidable.
En el lavabo
Echar uno rapidín en el lavabo puede tener un morbo espectacular debido a la sensación de riesgo de que os pillen. El baño tiene muchas posibilidades, desde la postura de “La Doma” los dos sentados, pasando por “La unión del Emú” si ella se recuesta sobre el lavamanos o se apoya en una pared, hasta “El abrazo” contra la pared, de pie y él sujetándola por los glúteos mientras ella se cuelga de su cuello y lo rodea con sus piernas.
Otra posibilidad muy excitante es hacer una felación de forma rápida e intensa por si hay muy poco tiempo.
Así que ya sabéis, nada mejor que el morbo del sexo en la oficina para retomar el trabajo con ganas. Y si os arriesgáis cuando no estáis solos… ¡cuidado con que no se escape ningún gemido que os delate!
Fuente: nosotras.com, kamasutra.ms, sexomail.com