He de decir que después de este relato, que es el de mí sesión, dejaré de exponerme de este modo, este tipo de relatos los escribía por que a EL le gustaba, a mi también pero después me siento evidentemente muy expuesta, aún así he querido traerlo también por que ya lo tenía posteado en el club donde estaba antes
Espero que os guste.
09/04/2012
[color=#FFBF40]La palabra clave hoy será “Sentir”.
Por fin he podido volver a sentir, sentir su tacto, sus labios, su lengua, he sentido el tacto frío de esas malvadas ruletas en mi sensible piel, he sentido el tacto del plástico de las pinzas, he sentido una succión intensa del juguete succionador de pezones, la punta fría y afilada de alfileres, sentí la suave seda de un gato de colas corto y la suave cuerda que tantas ganas tenía de sentir así como el calor abrasador de la cera, la vibración de juguetes diversos…
El Viernes estuve nerviosa todo el día, llevaba tiempo deseando este momento pero ahora que llegaba lo sentía inminente, el no poder controlar ese estado, tu estomago todo el día dando vuelcos por el menor recuerdo que viene a tu mente o simplemente por mirar la hora en el reloj del móvil, es la hora, voy a empezar a arreglarme y salgo, en esta ocasión iba mas cómoda vaqueros ajustados, botas y un jersey de pico, mi larga melena suelta, mi música como no y mi ebook para el camino en transporte público… Estoy llegando a la parada correcta y he leído 4 veces el mismo párrafo del libro, dos paradas y ya estoy, cuando la mecanizada voz del altavoz del metro de Madrid indica mi parada y me levanto del asiento mis rodillas castañean literalmente, me asombró muchísimo estar tan nerviosa y ansiosa a la vez, pero en esta ocasión sabía que habría más que la sesión de entrenamiento anterior, más de todas esas cosas que estaba deseando sentir y mi mente vuelve a la carga con más fuerza que nunca, haciendo aflorar mis miedos, miedos a que no me guste algo, a que me duela y no soportarlo, miedo a que me guste demasiado algo que no concebía hace tan poco tiempo…
Llego a la calle y ahí está El, buffff me desinflo, sigo nerviosa pero el verle ahí esperando mi llegada a calmado mucho mi estado, me relajo, le beso y vamos de camino cosa que nos da tiempo para hablar y terminar de relajarme…
Después de picar un poco y relajarme un poco más con el calor de una copa de vino, empezamos… Después de sacar todo tipo de juguetes, cuerdas, velas, pinzas, gatos de cola corta y larga, distribuirlo todo ordenadamente y a mano, verlo como lo prepara todo, ver como está organizando todo esto para mí ya me va metiendo en situación y se que es parte de ello, el nerviosismo de ver todo lo que va a utilizar en mi piel para satisfacción de ambos…
“Desnudate” me dice en voz baja y algo mas grave, serio, así lo hago, estoy completamente desnuda y El completamente vestido, me excita eso, mucho, saca el gato de colas corto, todo este tiempo pensando en cuerdas, cera, pinzas… Y me sorprendió mucho el que quisiera azotar mis pezones con el, algo tan básico que se me escapo pensar en ello y me sorprendió muchísimo, eran azotes de 4 o 5 golpes en cada pezón no se si en cada serie era un poquito más fuerte o simplemente la sensibilidad de mis pezones aumentaba con ellos, mi piel es muy sensible y como El me dijo, tengo los pezones muy tiernos aun, nunca los he “probado” por así decirlo y mi piel es muy virgen también por así decirlo. Estaba de pie con los brazos por detrás de mi espalda, me era imposible no tener pequeños sobresaltos cada vez que las tiras tocaban mi piel y como después venia el calor, ese calor que iba de mis pezones y bajaba por mi estomago hasta llegar al clítoris. Me estaba mordiendo el labio de abajo, me propuse no hacer ruido en esta ocasión, no quejarme y su silencio y seriedad me decía que así lo quería, después sentada en la cama, también azoto los labios con algún que otro azote que se escapa a mi clítoris pero esos eran mas suaves ummm adoré todo ese momento…
Llegaron las cuerdas, que ganas, y que morbo me provocaron, no eran nudos vistosos eran restricciones que es lo que yo quería sentir, sentirme privada de movimientos, expuesta y vulnerable, nunca pensé que sería así, sí, tenía muchas ganas pero no me imaginaba que iba a sentir esa entrega, el que me viera completamente, el estar a su completa merced y como decía en una postura tan expuesta. Flexionó mi pierna derecha tocando con el talón debajo del glúteo y paso una cuerda doble por el muslo, atando así mi muslo con mi tobillo derecho y este al somier de la cama dejando ese lado completamente abierto e hizo exactamente lo mismo con la pierna izquierda ummmm expuesta es poco, me sentí completamente suya y adoré cada momento, también ató cada una de mis muñecas a cada lado de la cama, con lo cual en esta ocasión no iba a poder ir trepando por la cama hasta la pared según fuera la intensidad del inminente orgasmo, todo ello bajo la intensa mirada de El, el como cuidaba los detalles variaba su seriedad de vez en cuando, me miraba y veía un destello en la mirada que me tranquilizaba o un guiño para que yo viera que aun seguía conmigo, estaba expuesta a su intensa mirada como ya he comentado y al objetivo de la cámara que ya estaba preparada, que morbo me producía pensar en la cámara, en mí, completamente abierta y ese objetivo, el tacto de esas cuerdas suaves en mi piel, la restricción, el no poder moverme “demasiado” dejó un mínimo de movilidad, que me daba la sensación de que aun podía controlar un mínimo de mi cuerpo…
A continuación llego el huevo vibrador ummmm es perverso ese aparatito tan pequeño que enseguida se perdió dentro de mí para quedarse ahí, el succionador de pezones sssssss dejó mis pezones enormes y sensibles, las punzadas eran intensas y mientras estaba en un pezón, en el otro o estaba la ruleta de dientes afilados o la punta agudamente afilada de un alfiler, sin llegar a penetrar la piel por supuesto, pues El sabe perfectamente que no se hace con alfileres, pero sí lo justo como para sentir el pinchazo y buscar mas de esa sensación arqueando mi espalda en la medida que podía, soltando respiraciones espesas y mordiendo mis labios en todo momento para mantener el control de mis jadeos y gemidos, me parecieron sensaciones muy intensas que me tenían volando en todo momento, esa perversa punta de alfiler también bajo por mi clítoris y esa punzada no la esperaba si lo estaba viendo pero el “duele” no lo pude contener junto con el saltito de sorpresa… Pinzas, adoro las pinzas en mis pezones, pero estas eran vibradoras además ummmmm encantadoras, las sensaciones que enviaban a mi clítoris eran absolutamente perversas y El, el siempre observando cada reacción mía, besando y mordiendo de vez en cuando mis pezones, sentirle, ver como jugaba con mi cuerpo a placer… Ahí también llego “EL” ese gran vibrador “Conejo” el temido juguete que iba a acabar con todo mi aguante jeje y sí, me penetró con el, es ancho y además iba sujeto a otra cuerda que iba atada a mis muslos por el contorno de mis ingles para que se sujetase solo y El poder seguir jugando con mi cuerpo, cuando lo puso en marcha, no lo pude resistir a los 5 segundos casi me corrí, tenía las pinzas vibradoras en mis pezones los cuales ya estaban sensibilizados por todo el juego anterior, me empecé a correr, un par de contracciones que pude parar por que el paró la vibración del Conejo y apretando los dientes con mucha fuerza pude contenerlo, pero se presentaba un orgasmo duro, sentí en esas dos contracciones de los músculos internos de mi coño como agarraba el juguete con gula y ansia… Como puso 4 pinzas en mi pezón derecho alrededor de mi areola para estirar el pezón y verle coger esa vela, blanca, como encendida la levantó a una distancia prudente y sentir ufffff esa gota ardiente en mi pecho, entre los pechos, más abrasador de lo que había imaginado por la sensibilidad de la zona, y como gota a gota se fue acercando a mi pezón, el derecho, el que tenía las 4 pinzas de plástico y cuando las gotas por fin encontraron su objetivo, el pezón erecto e hipersensible por la succionadora, por la ruleta y las pinzas necesite pedir “sopla, sopla” era ardiente, la sensación según se iba apagando el ardor era como si la sangre se centrara en esas zonas, como si parte de la sangre de mi cuerpo se centrara en las zonas donde iban cayendo las gotas y mandaba calambres de excitación a mi clítoris y todo ello aguantando la vibración de Conejo en mi interior, las piernas completamente atadas así como las manos ummmmm Sentir, sensaciones, intensidad, calor, temblor, pasión, deseo….
Cuando El cogió a Conejo y penetró más en mí, como arquee el cuello y sentí su boca en mi barbilla, su aliento caliente, susurros diciéndome que lo pidiera por favor, bajo mi ruego de “cielo, no aguanto” y el como lo pedí “por favor, por favor deja que me corra” su “Sí, putita correte, damelo todo, venga sigue, no te guardes nada, vamos puta…” el como di de sí el poco movimiento que me dejaban las cuerdas para poder retorcerme, el gemido que intentaba contener y al final acabo por salir de mi garganta, ronco por el deseo, las durísimas contracciones con que mis músculos agarraban y se tragaban el juguete junto a la presión que El ejercía en el mismo y como casi al mismo tiempo llegaba el segundo orgasmo…. Absolutamente delicioso y decadente…
Mimos, aceite de rosa para mis doloridos y sensibles pezones, masaje a los mismos, su cuerpo caliente junto al mío, un cigarro, descanso, conversación…