La cueva

Relatos sobre experiencias (vividas, soñadas, deseadas...) de bdsm

La cueva

Notapor oculta » Lun Abr 01, 2013 5:54 pm


Temblores incontrolados recorren mi cuerpo.
Mi tibia piel se eriza al ser expuesta en el gélido entorno en el que me encuentro.
La sedosa túnica resbala por mi cuerpo, deteniéndose brevemente en los montículos erectos para continuar su suave camino descendente. Deja a la vista un corsé que expone perversamente mis pechos a la hambrienta jauría a la que deseo someterme.

Emerjo de la oscuridad, permitiendo que el brillante haz de luz me ilumine por primera vez.
Me postro en la polvorienta superficie ante mi Señor, clavándome afilados guijarros en mis rodillas. Entrelazo mis manos en mi espalda y permanezco quieta, tensa, en espera...

Respiro agitadamente, temiendo lo que la noche me depare, perdiendo el valor por momentos.
Mi estómago está agarrotado, encogido...
Tiemblo nuevamente de temor, anticipación. No logro controlar mi miedo.

Puedo percibir la tensa expectación que se respira; trazos de conversaciones quedas llegan a mí, susurros, risotadas lascivas... A estas alturas, es impensable la vacilación. Si hubo un momento para recular, decididamente, no es cuando el aforo se halla al completo.

Mi Amo interrumpe la escalada de terror que se ha apoderado de mí al sujetarme del collar con ambas manos.
Tercamente, me niego a levantar la vista... incluso al sentir que tira suavemente de mí. No me atrevo a enfrentar sus ojos por temor al reproche implícito que puedo encontrar en ellos.
Con las molestias que se ha tomado, con la laboriosa organización del evento... No, ya no puedo echarme atrás.

¿No es siempre este punto el que busco? No poder decidir, ser obligada a proseguir, ya sea por una orden o debida a las circunstancias. El motivo es indiferente, lo determinante es que acorralo a la sumisa cobarde, la llevo a un punto en el que la descargo de responsabilidad y le doy la recompensa de no tener que decidir, tan sólo obedecer...

Enérgico me ordena, sin pronunciar palabra, que levante la mirada.
Abochornada entrelazo mi mirada con la suya... Su mandíbula está tensa y yo me siento desfallecer porque lo último que pretendo es decepcionarle.

-¿Lo detengo? -susurra de forma brusca.-
Cierro los ojos, como si ese simple gesto me permitiera pensar.
¿Deseo que lo haga? -me pregunto-. ¿Es sólo una fantasía para calentarme o, en verdad ansío llevarla a cabo??? ¿Tendré la fortaleza necesaria para llegar al final???
-Yo... -mi voz se quiebra.-
-Contesta -me exige de forma brusca.-
-No... no lo detenga, mi Amo...-murmullo, sofocada por el bochorno que me invade al admitir, de nuevo, que deseo llevar a cabo lo que una parte de mi conciencia considera una barbarie.-

Une la correa a mi collar, dando comienzo la sesión con este simbólico gesto.
Tira del collar, obligándome a voltear en pequeños círculos, mostrándome ante los impacientes asistentes.
Con un tirón seco, me retiene a su costado, como tantas veces he visto hacer a los propietarios de canes y así me hace sentir; su mascota, su posesión, su perra...

Se dirige al auditorio para recordar las normas del evento. Finaliza y se hace el silencio, como si los congregados temieran romper el hechizo del momento.

Tira nuevamente de mí, obligándome a pasar entre las piernas de los asistentes. Algunas se apartan, otras me obligan a sortearlas para continuar mi degradante paseo, aumentando mi humillación al hacerme sentir de primera mano esa especie de bipolaridad entre el desprecio con el que me siento acogida y el respeto a mi esencia...

Mi Amo me fuerza a detenerme ante algunos participantes, exponiendo mi cuerpo a miradas lascivas, a roces furtivos, a tocamientos atrevidos... Apremia a quien se encuentra con mi cuerpo para que lo magree y degrade a su antojo.
Hummm... ¡¡¡Qué humillante saber que la humedad que comienza a impregnar mi ropa interior debe de ser visible por todos!!!

Temor, deseo, pánico, crudo anhelo...
No saber cuál será su siguiente movimiento me aterra. Deseo ser su viciosa ramera esta noche; sucia, arrastrada, sometida, usada... no obstante, me acobardo ante el desconocimiento de cómo gobernará la sesión.

Mi "paseíllo" cosecha numerosos resultados; azotes, bofetadas, rudos zarandeos, dolorosos pellizcos, manos suaves -casi delicadas-, otras duras -exigentes-... arrogantes Dominantes, crueles Dóminas, sumis@s obedientes... No importa quien cause mi tormento, pues todos ellos me provocan intensas emociones, pero mi camino llega a su fin con mi orgullo parcialmente intacto.
Probablemente mi Señor ha decidido esperar un poco para hacerme avanzar otro paso, quizás porque conoce mi ritmo y no puedo dejar de agradecer sus atenciones y cuidados, siempre atento, siempre pendiente de mí, de mis reacciones, de mis limitaciones...
Mis medias, completamente desgarradas aumentan la percepción de mi degradación y el pulso se dispara en mi húmedo centro.

Me conduce hacia una especie de escenario. Coloca unas gruesas muñequeras de cuero de las que cuelgan unas pesadas argollas de metal, lo mismo hace en mis tobillos.
Se coloca a mi espalda, sujetándome bruscamente del cabello, obligándome a enfrentar a los presentes.
Mentalmente agradezco que el foco me deslumbre y evite, en parte, que mis ojos establezcan contacto visual con quienes temo y deseo al mismo tiempo.
Su voz me sobresalta.
Me exige una humillación más y yo... excitada, avergonzada, deseosa, intento suplicar por la atención de los presentes... ufff...
Comienzo titubeante: -Yo... yo desearía satisfacerles...
-VAAAAMOSSS... -me recrimina mordaz- ¡¡¡Puedes hacerlo mucho mejor!!!
-Muerdo el interior de mis labios, sintiendo como un agudo rubor cubre mi piel.
Retuerce sin misericordia la mano que retiene mi cabello, consiguiendo que el deseo corra veloz por mi sangre, venciendo mi timidez, facilitando mi obediencia.

Miro hacia los presentes, rehuyendo sus miradas y de mis labios salen una torrentada de palabras, apresuradas, cohibidas, inseguras...
-Imploro que usen mi cuerpo hasta hacerme desfallecer, que lo asalten, ultrajen, denigren, envilezcan... que hagan aflorar la puerca fulana que oculto en mí.
Dios, lo he dicho, he sido capaz de reconocer en público mis oscuros deseos... sonrío nerviosa, intentando ocultar mi rostro.

Hace una señal. Curiosa, dirigo mis ojos hacia un extremo y, me deslumbro ante una Diosa Castigadora. Todo en Ella exuda poder. Su hermoso rostro transmite crueldad y yo contengo el aliento deseando sentirme en sus manos.
Se acerca altanera, haciéndome sentir insignificante, haciéndome vibrar de puro deseo.
Sujeta mi mandíbula, clava sus dedos provocándome dolor, alimentándose de mi tormento.
Respiro agitadamente, mis pupilas se dilatan... Sonríe satisfecha, sabiéndose deseada.
Palpito de deseo, lujuria...
Me mantiene prisionera en su mirada mientras atormenta mis pezones; araña, pellizca, aprieta, retuerce...
Un grave gemido brota de mis apretados labios, al tiempo que mi Amo continúa sometiéndome con su rudo agarre.
Un refrescante alivio da una breve tregua a mis castigados pechos. Sus labios me maman dulcemente y ya no puedo negar que soy una zorra lasciva. Jadeo de puro placer, sabiéndome derrotada, deseando que aumente mi degradación, deseando que me obliguen a liberar mi esencia.
Estoy inmersa en mi propio placer, regodeándome en las sensaciones que pulsan en mi vagina que se contrae agitadamente, reclamando obscenas atenciones.
Entonces, siento un dolor penetrante... mi mente se nubla, brillantes estrellas me ciegan. Bajo mi mirada para confirmar que mis pezones se encuentran aprisionados por unas temibles pinzas de acero.
Contengo la respiración pues, antes de que ocurra, soy consciente de que va a tirar de la cadena que las une. Nos miramos unos segundos; yo temerosa, Ella sádica... Mi Señor tira de mi cabello, mi Atormentadora de la cadena...
Griiiiito, tiemblo, jadeo, imploro con la mirada. Ardientes lágrimas resbalan por mi rostro...
Me recompensa con una cálida caricia que casi consigue que olvide el dolor que sigue atormentando mis pechos.

Mi Señor reclama mi atención. Súbitamente soy conducida al potro donde continuará mi suplicio.
Desfallezco cuando mi Señor me dobla sobre la fría superficie. Mis pezones se estremecen al contacto, sufriendo un dolor sordo y constante.
Soy sujetada a una argolla que limita el movimiento de mi cabeza y que me obliga a mantenerla elevada, sin superficie sobre la que descansar. Ciertamente me provoca incomodidad, si bien no tengo tiempo de lamentarme. Rápidamente mis brazos son obligados a un doloroso estiramiento para acabar sujetos por las muñequeras de cuero.
Las piernas abiertas, colocadas en sus respectivas anillas.
Sujeta, pinzada, abierta, excitada, asustada...

Intento seguir sus movimientos, pese a saber que no debo mirarles si no me autorizan a ello, pero no me siento capaz de relajarme, no sin saber qué ocurrirá a continuación.

La perversa Mistress se mantiene en segundo plano mientras mi Amo, con ademanes bruscos corta las braguitas, dejando mi aterciopelada vulva a la vista.
Siento sus movimientos para liberar su verga. Brusco, duro, exigente, me penetra de un solo golpe.
No encuentra resistencia.
Una vez tras otra, se hunde completamente en mi interior, estrellando sus testículos contra mi vulva, nalgas... Mis jugos le acogen, mi vagina se contrae a su alrededor, ordeñándole, adorándole...
Recupera el control para humillarme frente al aforo. Levanta mi cabeza que se encuentra con la mirada de la Dómina que observa desde su privilegiado emplazamiento. Mi Señor me obliga a mirar más allá. Desde esta posición tengo una visión de los espectadores; deseo ocultarme, deseo denigrarme a través de sus miradas.
Me escarnece mientras abusa de mi cuerpo receptivo.

Adoro que me humille, insulte, cabalgue, deshonre, frente a desconocidos.
Gimo, gimo como una furcia que vive para este momento.
Expulsa el aliento en mi cuello, junto a mi oído, insultándome mientras disfruto siendo el espectáculo para todas las miradas presentes.
Jadea mientras aumentan sus embestidas y le salgo al encuentro totalmente descontrolada para estallar al tiempo que su cálido semen inunda mi vagina.
Descansa sobre mi espalda, recuperando el aliento y me susurra que la noche no ha hecho más que comenzar...





Mi Señor, gracias por compartir conmigo el lugar que ha dado lugar a esta fantasía. Espero tener la oportunidad de conocerlo y disfrutarlo en vivo...
Me he tomado la licencia de agrandarla.... hummmm.... Me temo que deseaba un aforo numeroso ;)
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Re: La cueva

Notapor freya » Lun Abr 01, 2013 6:06 pm

dios mio, que calores me han dado...

uff...voy a por una toalla... :oops: :oops: :oops: :oops: :oops:
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Re: La cueva

Notapor oculta » Lun Abr 01, 2013 6:17 pm

jajaaaaaaaa... Ha sido una terapia intensa ante tanta comida familiar ;)
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Re: La cueva

Notapor DHAW » Lun Abr 01, 2013 6:35 pm

wow... hasta a mí me entró calor tb jaja
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Re: La cueva

Notapor zarpetica » Jue May 02, 2013 1:51 am

Vaya! Pero si la señorita lectora de relatos escribeeeeeeeeeeeeee! Y muyyyyyyyyyyyyyy bien! Jope! Quiero mas! Como fue el resto de la noche??? Grrrrrrrrrrrrrrr cuentamelo!
Sr Pídame lo que quiera...
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Re: La cueva

Notapor Nomar-tf » Jue May 02, 2013 9:46 am

me gusta!!! esperamos que sigas escribiendo
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Re: La cueva

Notapor oculta » Vie May 03, 2013 6:40 pm

Gracias por hacer que el esfuerzo que me supone pelear con ideas e intentar plasmarlas en un relato valga la pena.
Me cuesta horrores expresarme. Siempre odié escribir, sigo haciéndolo, pero ciertos días es como una vía de escape.
He de confesar que he vuelto a leerlo y, ufffff, me he avergonzado :oops: ... por todo y por nada, no sé cómo explicarme. A veces siento que soy estúpida escribiendo de algo que no he tocado con las manos. ¿Cómo se le puede dar vida a unas escenas que no tienes ni idea de cómo manejar, o de cómo te manejarían en realidad????
Me siento como si expusiera un tema en un fórum científico. Nada más abrir la boca (lo diré fino ;-) ) demostraría que no sé de lo que hablo, o quizás debería decir que no hablo con el grado de conocimiento correcto... no sé...
Además, no me acaba de convencer el desarrollo :? , aunque es una fantasía recurrente y puede ser reconducida... creo...

A ver si acaba esta rachilla laboral y puedo disponer de más tiempo!
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Re: La cueva

Notapor Katniss » Sab May 04, 2013 11:07 pm

Sin palabras... Me sumo a lo del calor repentino... Ducha fria y a la cama xD
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