Andrea. El FBI ha arrestado en mayo a Glenn Marcus, de 52 años y residente en Queens (Nueva York), por delitos de esclavitud sexual y tortura cometidos contra dos mujeres entre 1997 y 2001. Además, este distribuidor de cómics de profesión fotografiaba las sesiones de tortura para luego subir las imágenes a su sitio web ultra violento. Lo curioso, y triste, es que al principio las víctimas se sometieron por voluntad propia a sus torturas. Y es que Marcus había encontrado su nicho en mujeres aficionadas al sadomasoquismo.
Contactaba con masoquistas por internet
Según la declaración de una de las víctimas, el hombre conocía a mujeres sadomasoquistas en sitios de Internet y después quedaba con ellas para tener relaciones de dominio y sumisión. Al principio, Marcus, que hacia el papel de "amo", seguía el ritual sadomasoquista normal que implica acordar una "palabra de seguridad" para la parte sumisa; al decir esa palabra, el amo debía interrumpir inmediatamente sus juegos. Después de un tiempo, el hombre le ordenó que fuera a vivir con él a su apartamento Kew Gardens y la mujer, muy metida en su papel, accedió. Nada más llegar Marcus se olvidó de la palabra de seguridad y la mantuvo desnuda y con los ojos vendados, racionando el agua y la comida para que la mujer se sometiera sin rechistar a sus torturas; como una esclava, pero de verdad. La víctima no estaba sola con su torturador pues el "amo" tenía otra "esclava" viviendo en su piso. Allí la sometió a distintas torturas - que registró para la posteridad y su sitio web - como, por ejemplo, hacer cortes en el cuerpo con un cuchillo, ponerla en una bolsa plástica y sofocarla, colgarla de sus muñecas y tobillos del techo de un sótano y poner candado a los genitales con alfileres. No contento con hacerla sufrir físicamente, obligó a la mujer a actualizar ella misma el sitio web en que se mostraban las imágenes de la tortura y en otra ocasión, le ordenó estar todo el día entrando en su sitio para así ganar más dinero por número de visitas que entraban a sus páginas.
Marcus, se defiende diciendo que todo lo ocurrido formaba parte de una relación consentida y que nunca obligó a nadie a hacer nada. Según él, las víctimas pudieron escapar pues no estuvieron todo el tiempo encerradas. Su abogado dice que no hay nada ilegal en una "relación sadomasoquista voluntaria" y le parece sospechoso que la testigo principal se haya decidido a contar la historia dos años después de terminada la "relación". La fiscalía explica que la mujer tardó un tiempo en cortar totalmente esa "relación enfermiza" y que solo entonces tuvo las fuerzas para contar su caso.
Por otra parte, Roanne Mann, la jueza encargada del caso, ha prohibido a Rona Cohen acercarse al acusado. Cohen ofreció su casa para que pusieran a Marcus bajo su custodia diciendo que lo amaba desde que tenía 13 años. Pero la juez prefirió dejarlo bajo la vigilancia de sus padres, ante lo cual Rona pidió que le dejaran visitarlo cosa que también le fue negada. Al principio, la jueza aconsejó a Cohen que se mantuviera alejada de Marcus voluntariamente, pero después lo puso como condición de la libertad condicional porque cree que la mujer puede haber sufrido un "lavado de cerebro". Se cree que Cohen fue testigo de las sesiones de tortura pero, de momento, no se han presentado cargos contra ella.
El FBI cree que el acusado siguió encontrando nuevas "esclavas" a las que martirizar después de que la testigo principal terminara de forma definitiva su relación con él. En todo caso, las actividades de Marcus se verán interrumpidas si es considerado culpable ya que podría ser condenado a cadena perpetua.
fuente http://www.adeguello.net/ade05julio8.htm