Capítulo 5- La prueba
Bueno, la temperatura va subiendo, y Vanessa se va soltando, ¿no creéis? . En estos dos capítulos, más el colofón del séptimo, vemos un estilo mucho más emocional. Está claro que ese fin de semana fue mucho más importante para ella que la iniciación que describió antes.
Da la impresión de que estaba menos ofuscada y sobrepasada por los acontecimientos y pudo disfrutar de esas maravillosas sesiones mucho más.
Está claro a qué tipo de círculo o comunidad pertenece Pierre. Una vez más Vanessa nos escamotea la descripción de su día a día con su Amo, se guarda eso para ella y va saltando de experiencia en experiencia, pero siempre dentro de la comunidad (casi debería decir mancomunidad) en la que todos los sumisos parecen estar en condominio de todos los dominantes, aunque el amor sólo está presente en la pareja.
Me resulta curiosa la frase que dedica a los malos amos que sólo utilizan a las sumisas prestadas para satisfacer simplemente sus instintos sexuales, no sé, pero juraría que lo que hace Maïté en la cama y Julien en la cocina es exactamente eso, simplemente follársela a palo seco (lo de seco es una forma de hablar). Aunque es cierto que la sesión previa a ambas escenas puramente sexuales fue apoteósica desde el punto de vista S/M
Mmmmm, deliciosa esa descripción del orgasmo masoquista, alcanzado rápidamente por la alternancia de dolor y alivio. Maravillosos los secretos del sistema nervioso de la sumisa masoquista, y admirable el conocimiento y experiencia de esos dominantes que llevan practicando ese arte desde antes que ella naciera.
Asistimos en primicia a la descripción con detalle de los primeros gestos de ternura de Pierre hacia Vanessa:
.-Primero, sus palabras de ánimo y orgullo al ver su disposición al entregarse en esa especie de cepo, sabiendo que van a penetrarla y usarla repetida e indiscriminadamente de todas las formas posibles.
.-Segundo: la intensa mirada de su Amo, de la que ella extrae la fuerza mientras Julien la sodomiza violentamente; puedo imaginarme esa mirada: a pesar de las embestidas, del inevitable movimiento de los ojos de ella, a pesar de la distracción que puede implicar el regodearse en su rostro, con el rimmel corrido, puede que con un rastro de semen resbalándole por la comisura de los labios, él consigue conectar con ella, con una sola mirada y transmitirle su orgullo. El resto del mundo desaparece, sólo están las miradas de ambos, conectadas, como un oasis de paz y fuerza en medio de un violento bombardeo.
.-Tercero y definitivo: la escena del acogimiento (recogimiento) de ella, acurrucada junto a su Amo en el hotel, dormida con esa sonrisa de felicidad que le causa a él honda emoción. Es sólo un párrafo pero ¡qué bien descrita esa atmósfera! Tengo la inmensa suerte de haber contemplado muchas veces esa sonrisa, en esas mismas circunstancias y puedo comprender perfectamente la emoción de la que habla Pierre. Es un sentimiento casi místico, utilizando un término habitual de Vanessa.
Joer, siento escribir tanto, no sé por qué soy incapaz de abreviar, ¿tendré logorrea como el gran Wyoming?