Club de lectura: La Atadura-Capítulo seis: Fantasías escritas con tinta.
Un bautismo intenso y sobre todo fuera de lo convencional
Decir que una vez más, la sesión grupal pone a Vanessa ahora rebautizada como Laika al filo de sus límites y ella tirando de su amor entrega y el conocido Orgullo del Sumiso lo supera con creces y de una forma digna de admiración.
Creo que este capítulo da mucho de que hablar. Todo va sobre ruedas en la sesión, la usan, la fustigan y la humillan hasta la saciedad y ella aguanta el tipo como la mejor, hasta que la hacen orinar en público. Algo que hasta ese momento no había hecho nunca y te da a entender que ni siquiera delante de su Amo en sus sesiones privadas. Ella misma confiesa que lo ve como un límite, aún así se arma de valor,de amor y de todo el orgullo que tiene dentro y cumple sin rechistar.
Si recordamos el capítulo dos en el que ella misma habla de los límites y que excederlos puede ser peligroso, a su Amo Pierre bien que le gusta jugar con fuego. Entiendo que cuando comienza una relación D/s o S/m en este caso los límites al principio sean mayores o estén muy marcados y a medida que se avanza, algunos de ellos se van limando y superando, pero Pierre no se anda con chiquitas ni con remilgos.
Utiliza la presión de grupo sobre Laika para superar esos límites y de momento le funciona, pero ¿qué ocurriría si ella se bloquea? ¿Pierre la repudiaría?No tiene pinta de ser un Amo protector o piadoso. En esta sesión vuelve a mostrarse frío y distante, entiendo el miedo constante del rechazo de Laika, es normal cuando tu Amo apenas te toca en esas sesiones.
Llega distanciarse de tal manera que ni siquiera se da cuenta que al retomar la sesión tras la comida que su esclava tiene ciertas partes resecas e irritadas. Nadie se para a lubricarla ni a atenderla mínimamente, ese estado no hubiese sido difícil que pudiera sufrir alguna rozadura, herida o un incluso un desgarro. Entiendo que esto es una novela y que hay ciertas cosas por las que no se paran a pensar como las ETS y ciertos detalles que rompen el encanto de la ficción. Pero otros si los creo necesarios, mostrar cierta preocupación por el estado físico y mental de la sumisa si lo considero importante y no creo que rompa el encanto, más bien todo lo contrario, le da humanidad al personaje del Amo.
Cierto es que ella tampoco informa de su estado, pero también la han educado así, pero esos detalles se notan al primer contacto. Cuando la tocaron y la penetraron en ese momento es fácil darse cuenta de ese detalle, eso muestra poca empatía de los dominantes allí presentes hacia el sumiso expuesto y desde mi punto de vista también imprudencia.
Otra cosa que también llamó mi atención, es el castigo que le cae al sumiso por tener una eyaculación demasiado abundante. ¿No se supone que los castigos son para que los sumisos podamos aprender y corregir nuestros errores y defectos?¿No deberían de ayudarnos en nuestra educación como sumisos/esclavos? ¿Entonces, cómo corriges o controlas entonces el volumen o la cantidad que eyaculas y más en una situación de una excitación mayor de lo acostumbrado? Vuelvo a ver castigos fuera de lugar, hubiese podido entender que si se corre sin permiso se le castigase, pero hacerlo por la cantidad de semen esparcido cuando tenía el consentimiento de todos para eyacular, lo veo casi contradictorio.
Y por último la guinda final, la marca, me encanto. Me gusto mucho la forma en la que el Ama Maite y el Amo Pierre juegan con los sentimientos de Laika, ella parece que va desmayarse allí mismo cuando ve el hierro candente y aún así aprieta los dientes y se dispone a aguantar el tipo, hasta que al final usan la tinta. Por un lado se siente aliviada y por otro decepcionada.Pero esa marca de tinta ¿Es un tatuaje? La verdad es que no nos dicen mucho más de ella, a mi me gusta pensar que es una marca de tinta permanente en la piel y por ello debe de estar contenta que aunque no fuera a fuego, que eso no se borra
Y si duele, menos que el hierro candente, pero duele. No hay que olvidar que son agujas clavándose en la piel. Bueno en mi caso puedo decir que al principio me hizo hasta cosquillas.
pero una vez que empezaron a colorear y pasó de ser una aguja a tres ufff.
Aún así mereció la pena y no hay mayor satisfacción que llevar la marca de tu Amo grabada en la piel.