Entra un tipo en un bar, se sienta y le dice al camarero.
- Pongame un vino y una tapita de queso.
El camarero corta el queso, sirve el vino, y tan pronto se lo deja enfrente, el hombre lo prueba y dice:
- Ummm muy buen queso, si señor, semi curado, de Fuerteventura, 3 partes leche de vaca, 1 parte leche de cabra.
El camarero con la mosca detrás de la oreja, se informa y efectivamente el cliente tenía razón. Al día siguiente se repite el mismo proceso:
- Ummm queso tierno, de Gran Canaria, pura leche de cabra... muy buen queso.
Esta situación se repite durante los siguientes días y el tipo siempre acierta todas las características del queso, tanto así, que harto del "sabiondo del queso", el camarero, antes de servirle la tapa, se acerca a cocina y se dirije a su mujer.
- Paqui, hazme el favor, que tengo aqui un tío que siempre me vuelve loco con el queso. Pásatelo por el chichi pa´dejarlo callao.
No sin esfuerzos, nuestro camarero consigue que la mujer se pase el queso por ahí y se lo sirve esperando a ver la respuesta del cliente.
- Ummm... queso curado.... ummmm... de Fuerteventura, sin duda alguna, pero....ummm, no lo entiendo... en este queso.... ¡Hay 6 o 7 leches distintas!
Badum tisss
Otro cortito. Tres mujeres entran al portal y ven una mancha de semen en la varandilla, después de quejarse de lo guarra que es la gente, la primera se acerca, con discreción lo prueba y dice:
- ¡De mi marido no es!
- ¡Del mío tampoco! - dice la segunda.
Finalmente la tercera lo prueba y concluye:
- ¡De este portal no es!