por denara » Jue Jul 12, 2012 3:02 am
El aceite debe haber desaparecido y la friccion me esta rompiendo. Cuarenta y cinco... apenas soy capaz de introducirla como al principio.
Tomo aire, me relajo con la punta de la vela aun en el ano, las piernas protestan por las posiciones forzadas. Siento calor, dolor, placer... venga, cinco mas pero cinco buenas.
Cuarenta y seis... uso una mano para abrir mi culito y ayudar a la penetracion lo que me permiten las ligaduras.
Cuarenta y siete... me asombra el jadeo que sale de mi boca.
Cuarenta y ocho... siento un tiron en la pierna derecha.
Cuarenta y nueve...un pinchazo en mi ano, aprieto mi nalga con fuerza clavandome las uñas, un nuevo jadeo me deleita.
Cincuenta... la ultima, hasta el fondo, me derrumbo sobre mis tobillos, suelto las ligaduras torpemente. Me siento extasiado, me acaricio los pechos arrancando las trabas de mis morados pezones, rozo mi pene con voluptuosidad, apretandolo con violencia a traves del tanga... saco la vela de mi culito cansado, sequito y dolorido, me derrumbo, descanso, rio.
Tras unos minutos el azar otra vez.
8- Desnudate, con una vela encendida derrama su esencia sobre tu pene tienes dos minutos para cubrirlo entero. Si fallas de culo a boca con la vela mas grande, sin aceite no menos de cuatro series de cinco penetraciones.
No puedo fallar, pienso mientras cojo la vela.
La sostengo sobre mi pene y dejo caer un par de gotas sobre el. Grito ahogado, dolor, placer. Donde se entremezclan ambos se que no voy a suoerar la prueba, minuto y medio y casi no he cubierto la totalidad del glande. Es como si a esta vela apenas le saliera el calido elixir del dolor, aprieto los dientes tratando de completar la tarea y el tiempo me arrolla... esta noche toca dolor anal. ¿podre metermela? Pienso mientras cojo la vela gorda y la comparo con mi pene. Es mas larga que este por almenos cinco centimetros, lo que suponen unos buenos veintiun centimetros que dentro de poco van a horadar mi ya dolorido trasero, y tiene el doble de grosor que mi falo.
Me tumbo boca arriba, con el falo en una mano, las piernas encogidas, mi pene maliciento, con su castigo aun cubriendolo (pero no todo) ya no es tan bravo. Aprieto la boca, me abro un poco el culito, muerdo, aprieto la enorme vela contra mi culo, y con cierto dolor consigo introducir, apenas, la puntita, hago fuerza pero nada, no entra apenas un par de centimetros, deben ser penetraciones profundas lo que exige mi Ama, pero si sigo apretando dañare mi obediente trasero, y no se trata de eso. Penetro otras cuatro veces mas, no sin dolor, tratando de profundizar mas y al no conseguirlo, dolorido, desmoralizado lo paso a mi boca.
Me deleito con el falso y enorme pene lamiendolo con suavidad, me extraña no encontrarlo manchado, lo siento calido al tacto, me lo meto en la boca, mientras acaricio mis pechos. Mis pezones duros, sensibles aun parecen ascuas aardientes bajo mis dedis, mi otrohora flacido y aun "velificado" pene parece excitarse y asi, bien chupadito pruebo a metermelo otras cinco veces.
Doblo las piernas, me abro la nalga, situo la punta el falo en la entrada de mi virginal trasero, y con decision y fuerza lo introduzco y. Ah, ah, aaa, ah los jadeos me sorprenden, cierro los ojos extasiado, se me endurece el pene rompiendo con dolor la prision velosa que lo atenazaba.
Tras chuparlo y en mi boca disfrutarlo, al meterlo con fuerza hasta el fondo ha entrado.
Suelto mi culo y con la mano libre en la boca me derrito de sensacion placentera, recorro mi cuerpo arañando, pellizcando.
El pene parece explotar, duro, hinchado.
Siento a mi imaginario Amo penetrandome dos, tres cinco veces. Solemnemente, hasta el fondo.
Toca chupar, lamer limpiar humillarme ante tal herramienta de placer. Ahora lo noto mas calido, los sabores me excitan, no puedo parar de lamerlo, chuparlo, disfrutarlo.
Nuevamente en mi culo.
Primera casi veintiun centimetros de Amo en mi interior, no puedo parar, lo saco totalmente extasiandome de la salida como de la entrada.
Por favor Amo, se bueno y no pares... y no paro, lo saco y lo meto ininterrumpidamente cinco, siete, nueve veves, cada vez con mayor violencia, siempre hasta el fondo. Cuando lo noto seco mi viciosa boquita lo chupa mi sucia lengua lo lame... no se el tiempo que paso.
En la cuarta o quiza quinta serie siento que llego al climax, sigo, y sigo y sigo, me tiemblan las piernas y como en una explosion mi pene sobre mi me derrama, el suave nectar me quema la piel, y el sueño me relaja.
Dos minutos, media hora, no se abro los ojos y con devocion, como si de un ritual se tratara, apago las vela, recojo reverencialmente las cositas para el placer empleadas, todo menos el falo, los garbanzoss la pala y la cuerda.
He fallado a mi Am@ el azar y su-nuestro ritual no hemos completado.
Necesito expiacion.
Fustigo mis nalgas, sobre la manta derramo loas legumbres duras, ato fuerte mis pies y con el otro cabo un nudo corredizo mis muñecas han atrapado.
Y asi duermo, extasiado, dolorido, cansado, manchado, feliz, relajado.
¿y el falo? Entre mis muslos acunado