Presentación

[nacidoparasumision]

Gracas gatita mimí por el enlace. Luego entraré con detenimiento para verlo. Ahora mismo estoy en el TEA, y desde aquí no siempre es posible entrar en todo tipo de páginas. En BDSMCanarias no hay problema, pero en otras páginas hay veto previo. Me hace mucha gracias el letrerito que tienen: "prohibido ver páginas pornográficas o de contenido inadecuado". ¿Qué entenderá esta gente por "pornografía"? Lo digo porque en mi caso me apetece mucho más ver un desfile de modelos que una cópula entre individuos de la especie Homo sapiens. Sólo con pinchar "desfile, modelos", por ejemplo, puedo asistir a un espectáculo de belleza inigualable para deleite de mi sensualidad. ¡¡Si ellos supieran lo que realmente me gusta!!
Besos

[nacidoparasumision]

Ya he estado viendo el sitio que me recomendaste, gatitia mimí. Me gustaron sobre todo los distintos tipos de corsé. De todas maneras soy un poco reacio a comprar por internet. Lo ideal es tocar, acariciar la prenda, probártela, para no llevarte desengaños. Es como ligar por internet, que una cosa es chatear, y otra muy distinta conocer en vivo a una persona en la vida cotidiana.
Tengo un vestido de látex negro que me compré una vez en Alemania, y a pesar de habérmelo probado allí, luego, en la práctica, me queda un poco pequeño, y no me resulta del todo cómodo si lo llevo por mucho tiempo. Es cuestión de aprender a base de errores. Pero claro, es que comprarse un traje de látex no es algo que hagas todos los días . En cuanto al calzado, y como llevo un 41, en el mercado local digamos que tengo un 50% o más posibilidades de conseguir algo, pues muchos modelos femeninos tienen esa talla, aunque otros llegan sólo hasta una 40. Para los chicos de pies más grandes yo les recomendaría que se dieran una vuelta (cuando su economía se lo permita) por tiendas especializadas en Europa. Hay, por ejemplo, una zapatería en San Pauli (Hamburgo) donde tienen todo tipo de botas (tanto "normales", como tipo drag queen), y donde me da la impresión que su clientela está compuesta especialmente por hombres, dada las tallas muy grandes con las que contaban, y por la naturalidad y colaboración que la chica de la tienda tenía y daba a la hora de dejar probármelas .
Gracias otra vez por haberme pasado ese link.

[gatita mimi{R}]

Me alegro de que te gustara. Aunque tengo que decirte que ya no es tan difícil encontrar un 41 en las tiendas de calle si fuera así mi hermana andaría descalza y puedo asegurar que su colección de todo tipo de calzado es más que envidiable.
La tienda tiene o tenía local en la península ahora al parecer andan de traslado. Si no aquí tienes otro link de una tienda bilbaina que vende también por internet http://www.tacalt.com/tienda/ recomendada también por la misma Dómina disfrútala.
Saluditos!!

[nacidoparasumision]

Gracias otra vez, gatita mimí, por tu comentario y por el nuevo link.
¿Te acuerdas de aquellas colecciones de cromos que hacían los niños, y donde yo te cambiaba éste que tú no tenías, y yo ya tenía repetido? Pues si no me diese vergüenza hasta le proponía a tu hermana intercambiar pares repetidos . Es que otro de mis inconfesables vicios consiste en que si hay unos zapatos que me gustan mucho, pues me compro dos del mismo modelo... . Supongo que debe ser algo genético, como cuando las hormigas recogen alimento pensando en las épocas de penuria. Imagínate, te encantan unos zapatos, y después que los has gastado, y quieres tener otros iguales, resulta que ya no se encuentran, como con las piezas de repuesto de los coches.
Bueno, dentro de pocos minutos abrirá mi Santísimo Templo de Stradivarius... ¡¡Tachán, tachán!! Estoy ansioso, es como una cita romántica, y no puedo llegar tarde. La emoción me invade. No puedo esperar más, allá voy a por aquellos botines de ensueño...

[nacidoparasumision]

Han sido momentos de ansiedad, de tensión, de incertidumbre, de extremo nerviosismo, de comerse las uñas, una noche casi interminable, como cuando esperas las notas de un examen. ¿Los tendrán todavía? ¿Los habrá comprado alguien el sábado por la tarde? En principio todo parecía normal esta mañana. No había clientes en Stradivarius. No he divisado en la zona a hombres con gabardina, gafas de sol, sombrero calado, y que potencialmente tuviesen las mismas insanas intenciones que yo. He entrado sin dar rodeos, directo a por ellos. Sabía de memoria en que zona de la tienda estaba el objetivo: parte baja, junto al suelo, con los de la talla 41 justo en el extremo derecho de la estantería. Pero, ¡¡¡Diablos!!! ¡¡¡Allí lo que hay es un par del número 37!!! Miro rápidamente hacia la izquierda, y allí sólo hay otros 4 pares, como si fueran los últimos, y todos parecen tallas pequeñas, aptas únicamente para mujeres chinas a la antigua usanza de los "Pies de loto". Reviso frenéticamente las etiquetas, y, ¡¡¡Ah!! ¡¡Respiro!! Justo en la mitad, dos pares más a la izquierda, están los de la talla 41. ¡¡Pufff!! Alguien ha debido cogerlos y cambiarlos de sitio. El susto ha sido de muerte. Una vez recobrada la calma me he lanzado sobre ellos, y los he abrazado con todas mis fuerzas. ¡¡Me siento ahora como un licenciado con su título!! Bueno, rectifico, como se sentían antiguamente, porque ahora bien de poco les sirve. Y ya que volví a ese antro de perdición que para mí es el centro comercial Meridiano, di el consabido recorrido en círculo, entrando por la derecha, y saliendo por la izquierda. ¡Atención en la tienda Natura! La que tiene el muñeco a modo de oso gigante disecado. Tenían un montón de cajas con nueva mercancía. ¡¡Me encanta el estilo étnico!! Y como de costumbre paso delante de Inglot, dedicada a la cosmética, y donde no sólo venden pintura de uñas y barras de labios, sino que maquillan... ¡¡¡Qué sentimiento de envidia me entra!!! ¡¡¡Cómo me gustaría estar allí, maquillando a una mujer!!! Y me imagino con mi "uniforme" de trabajo (leggins azul marino, botas negras planas, de ante o de napa, modelo mosqueteras por encima de la rodilla, y camiseta negra de anillas), un look cómodo, genial para trabajar, y al mismo tiempo que te hace sexy. Y alguien dirá: ¿Pero eso es BDSM? Pues yo creo que sí, porque en realidad el BDSM es un auténtico cajón de sastre. Algo muy distinto a lo que la mayor parte de la gente cree. Porque hay quien piensa que eso del BDSM es latigazo va, latigazo viene, en plan domador Ángel Cristo invitado en OWK. Y no necesariamente tiene por qué ser así siempre. Ya ven, yo también tengo un lado SM. ¿Han visto el videoclip de Paulina Rubio "Boys Will Be Boys"? Es que esa escena del billar me parece sublime, morbosamente apoteósica, el éxtasis del FemDom. Pero eso no quiere decir que piense, sueñe y esté obsesionado con látigos y fustas. Es como los condimentos en la comida. Un poco de picante está bien, pero sin pasarse. Para mí el BDSM no es otra cosa que dar rienda suelta a la imaginación; que jugar con aquello que genere placeres sensuales, físicos o psicológicos. Y, pregunto, ¿dónde está la frontera entre lo "vainilla" y el BDSM? Si dos amantes desnudos se abrazan y besan apasionadamente, su acto será clasificado como "vainilla". Pero si esos dos amantes hacen exactamente lo mismo, con la diferencia ahora de estar ambos vestidos de látex, la escena entraría dentro de lo que se suele entender como BDSM. Si es ella la que lleva los tacones, todo se vería como "normal", pero si es el chico el que se los pone, entonces la valoración cambia. Y ya ven, los juguetes son los mismos. ¿Es objetivable el BDSM, o realmente estamos ante un concepto cuya valoración es puramente subjetiva y deriva de la moral imperante en una sociedad, donde el BDSM viene a ser sinónimo de lo transgresor, de lo "prohibido", en una época y en una cultura determinada, frente a lo "permitido" en cuestiones eróticas? Pensemos en el sexo oral, antiguamente percibido como una "guarrada", y que ahora es asumido como algo perfectamente válido. En fin, me acuerdo de chatear en una ocasión con una argentina en un foro sobre tacones altos. Ella me decía que había una diferencia entre ambos; que a ella le gustaban porque se sentía guapa con sus tacones, mientras que en mi caso era otro el oscuro motivo. Y terminó su diagnóstico con un ¡SOS UN PERVERTIDO! ¡Pobre señora, si supiese que mi "enfermedad" era exactamente la misma que ella padece!

[nacidoparasumision]

Gracias gatita mimí por el nuevo link que me has pasado. Me encanta la imagen de la chica con el pelo (o peluca) de color violeta. Pero, ¡ay! esa otra chica con el casco de bombero me recuerda a las ministras cuando se ponen el casco de obrero con ocasión de la inauguración de una autopista, y al mismo tiempo van con sus taconazos . Y hablando de pelo, ¿cómo se llama a los que ven en el pelo femenino un objeto ultraerótico y perdidamente sensual? ¿pelófilos? ¿cabellófilos? Es que, pensándolo bien, y si alguien me preguntase, la parte de la anatomía femenina que más me gusta es el pelo. No creo que yo sea el único con tal extraña manía, pues los musulmanes, las monjas y los milikos bien que se han dado cuenta, y por eso procuran esconderlo o recogérselo. ¡¡Qué pena que en este momento no esté tan de moda llevar la "cola de caballo" como hace un par de años; combinada con las botas de punta les daba un aire auténticamente divino a las chicas!! Además, y desde un punto de vista bedesemero, la "cola de caballo" tiene una más que evidente utilidad práctica para aquellas personas amantes del verbo asir .

[gatita mimi{R}]

Me alegra que te gusten mis recomendaciones, por cierto de stradivarius saque yo unos leggins de vinilo monísimos y unos tacones negros por 8E que para lo que yo los voy a usar la cuenta
La ropa no es cuestión de donde la compres, si no como la uses jijiji. Te lo dice una que aunque llevo dos años en el mundo del fetichismo ya el estilo gotikillo lo gastaba de hace tiempo
Aunque mi verdadero fetiche y pasión son las botas de caña media-alta me gustan más que cualquier otro calzado, también se debe a que con ellas puedo llegar a caminar y con los zapatos me resulta muy difícil por no decir imposible xD
Saluditos!!

[nacidoparasumision]

Bueno, veo, Gatita mimí, que no soy el único que siente pasión por las botas (femeninas, claro), aunque este año confieso que estoy un poco temeroso, inquieto, con mal presagio . Y es que veo en los escaparates pocas botas, en comparación con temporadas anteriores. ¿Será que los diseñadores las consideran pasadas de moda? ¿Será que están esperando a que entre el invierno para inundar las tiendas con ellas? ¿Será que la política de recortes ha llegado al mundo del calzado, y ya no se contempla sino la fabricación de botines (que también me gustan, dicho sea de paso)? No lo sé, pero me aterroriza pensar en un mundo en el que las chicas dejen de usar botas; sería como si las privasen de su feminidad. Cambiando de tema, me preocupa que lleve ya más de 24 horas sin comprarme algo, ya sea calzado o ropa, todo un mérito de ascetismo por mi parte, ¿o quizá señal inequívoca de andropausia precoz? Así que a falta de tacones con los que soñar, me como el coco pensando por qué un homosexual puede salir con toda naturalidad del armario, y, en cambio, no conozco travesti alguno (ojo, travesti, que no transexual) que haya hecho algo similar. Supongo que hay varias razones. Una de ellas es que en la actualidad ser homosexual es algo así como lo más chupiguay y lo más "cool" posible. "¡Mi mejor amigo es gay!" ¡Ya he perdido la cuenta del número de chicas a las que he oído decir eso ! Vale, acepto en principio la explicación de muchas féminas: "Es que como el gay no te va a proponer nada de cama, pues puedes intimar con él sin problema alguno". Pero hagan la prueba y pregúntenle a las chicas cuántos amigos travestis tienen... Rara será la que conozca a alguno de mi especie, y, sin embargo, existimos. La cuestión se torna embarazosa si inquieres: "¿Admitirías como pareja a un chico al que le gustase vestirse de chica? Las que tengan cortesía te responderán con un: "Bueno, como amigo sí, pero no como pareja". Y ahí es donde está el problema. El gay que sale del armario, especialmente si forma parte de las élites sociales, gana en glamour, en prestigio, y gana en lucimiento ante los suyos: sus futuros admiradores y pretendientes. Un homosexual que declare públicamente su orientación sexual multiplica por varias veces sus posibilidades de ligue. En cambio, un travesti que saliese del armario nada ganaría con ello, sino todo lo contrario. Es cierto que aún hoy en día, y en el mundo occidental, el gay puede ser rechazado por buena parte de la sociedad, pero tiene un refugio entre sus iguales. Por contra, el travesti, además de ser despreciado por la gente en su conjunto, no dispone del colchón que pudiese representar el estímulo y apoyo de sus similares, sencillamente porque el hombre travesti no busca la simpatía de otros travestis, sino que anhela la compañía de las mujeres. El travesti no desea compartir su lado femenino con otros hombres, sino con mujeres, y por eso le puede encantar hablar en este foro con chicas acerca de "cosas de mujeres", como la moda. Pero si en la práctica resulta que para la mayor parte del personal, el travesti es percibido como sinónimo de algo así como "homosexual con pluma", la hipotética salida del armario sería similar a una autocondena al ostracismo social. Las personas bien informadas pueden hacer múltiples distinciones entre heterosexuales, heteroflexibles, bisexuales, homosexuales (con o sin amaneramiento), asexuales, pansexuales, travestis, transgéneros, bigéneros, transexuales preoperatorios (hormonados pero no operados) o transexuales propiamente dichos (operados), y saben distinguir entre lo que es "identidad sexual" y "orientación sexual". Pero la taxonomía popular es mucho menos compleja, y burdamente grosera, de manera que sólo distingue entre "normales" y "maricones". Y si por lo segundo entendemos 'individuo que siente atracción erótico-afectiva por los de su mismo sexo', personalmente yo no tendría inconveniente alguno, si lo fuese, en admitirlo. Pero lo que fastidia y deprime es que, no siéndolo, te cataloguen de lo que en verdad no eres. Es como si a un testigo de Jehová empeñado en difundir su fe, la gente lo llama una y otra vez "musulmán" .

[nacidoparasumision]

Son ya 48 horas de abstinencia fetichista; sin comprarme nada. Tanta castidad sensual no puede ser buena para la salud emocional del individuo. Después de tan dilatado período de tiempo sin incorporar nuevos tacones a mi colección, y en los que fijar mi mente, sólo puede suceder lo inevitable: que me dedique a la masturbación intelectual . Y es así que me pregunto una y otra vez por qué no veo hombres en la calle calzados con los mismos modelos que ofrecen las tiendas de MaryPaz. ¿Seré yo el único con tal patología? Lo dudo, pues si busco en internet las palabras "feminofilia", "feminófilo" o "travestismo", compruebo que somos legiones los contagiados por el mismo virus de adicción a la sensualidad femenina. Hay quien dice que todo es cuestión de tiempo, y que de igual manera que los homosexuales lo tenían muy crudo hace unas décadas, frente a la relativa normalización en la actualidad de su condición, ya llegará, por la misma regla de tres, el día que sea tan normal ver por la calle a un hombre con tacones de aguja, como hoy lo es verlos calzados con unas "Converse". Es cierto que una cosa, si no la única, que se le podría agradecer al tristemente célebre anterior Presidente del Gobierno es la ley del matrimonio gay. No por el número de beneficiados, sino porque de alguna manera contribuyó a dar una imagen de normalidad a la homosexualidad. De hecho en los últimos años he podido ver aquí, en Tenerife, algunas parejas de chicos cogidos de la mano, en la calle y a plena luz del día, cosa inaudita pocos años antes. Pero a uno le dan ganas de clamar mirando al cielo, y al modo bíblico: ¡¿Eh, Zetapé, por qué me has abandonado?! ¿¡Por qué no te has acordado de los travestis!? Y de la misma manera podría preguntarle: ¿¡Por qué te has olvidado de los bedesemeros en genera!? ¿¡Qué te hemos hecho para que nos ignores!? Dicen que mal de muchos consuelo de tontos, pero algo es algo, y se me ocurre pensar que lo mismo sucede en otros lugares de lo que se suele llamar "nuestro entorno". Porque en el resto de países donde poco a poco se va institucionalizando el matrimonio homosexual parece suceder lo mismo. No es cuestión de izquierdas o derechas, porque incluso los "tories" británicos parace que también están por la labor. Sin embargo, lo interesante de todo este proceso es que mientras el matrimonio gay es cada vez más aceptado, y los sacerdotes del nuevo régimen proclaman la buena nueva de la "diversidad afectiva", se niega al mismo tiempo la posibilidad de regularizar relaciones amorosas que impliquen a 3 ó más personas. No necesariamente me refiero a la poligamia de los inmigrantes africanos, sino que estoy pensando en la que de hecho se da entre las personas de cultura llamémosle occidental. Y lo digo tanto en lo relativo al mundo "vainilla" (a través de los amantes extraconyugales), como en el del BDSM, donde es obvio que hay Amos con varias sumisas, Amas con varios sumisos, o una combinación de los supuestos anteriores. ¿Por qué unos son tolerados, y los otros son mal vistos? Las teólogas de género dirán que "el sadomaso supone la cosificación de la mujer, y propicia la violencia contra ellas por el mero hecho de ser mujeres, bla, bla, bla..." Claro que habría que preguntarles qué explicación darían para anatemizar el modelo contrario (el de las Amas y sus sumisos). Y no te digo nada para cuando se trate de un switch. ¿Un día soy machista, y otro feminista? Si la poliginia (un hombre con varias mujeres) o la poliandria (una mujer con varios hombres) son deseadas por todas las partes en juego, ¿qué hay de malo en ello? ¿Qué pecado hay en que 3 ó más personas decidan tener una vida afectiva en común? Mi hipótesis es la siguiente: El BDSM une a los amantes. No hay nada más útil para fundir en amor a dos o más personas que el libre juego con su creatividad erótica, y libre de toda censura moral. Y me atrevería a afirmar que el índice de rupturas de parejas donde el hombre es travesti, y su mujer cómplice de ello, es infinitamente menor al de aquellas otras parejas donde el travestismo en particular, o el bedesemerismo en general, no es compartido por su pareja (dicho de hombres como de mujeres). Pensándolo bien, si Benedicto XVI fuese un poquito más inteligente, reimplantaría las mazmorras inquisitoriales para uso y disfrute de sus feligreses. Estoy seguro que asistiríamos a una anténtica explosión de fe y afluencia a las iglesias, donde por sólo escuchar la homilía y comulgar te permitieran el uso y disfrute de todos los juguetes ideados para alcanzar el éxtasis . Pero la dinámica de la economía va por otro lado, y lo que ahora interesa es "deconstruir la familia"; convertirnos a todos en consumidores y asalariados; en individuos solitarios carentes de cualquier clase de vínculo familiar que pueda dificultar la movilidad laboral. Individuos aislados que carezcan del apoyo a modo de colchón que suponía la familia en tiempos de crisis. Comercializarlo todo, hasta el amor y el cariño (las principales páginas de contacto en internet son de pago). Un matrimonio gay pedirá estadísticamente menos bajas por maternidad o paternidad que una pareja heterosexual, y, al mismo tiempo, la normalización de la homosexualidad supondrá que se darán menos matrimonios heterosexuales generados por las presiones familiares y la costumbre (matrimonios entre heterosexuales que tienden a generar familias más numerosas). Los miembros de una familia amplia, en cambio, no se sentirán tan obligados a escoger tal o cual oferta laboral, porque siempre contarán con la posibilidad de dedicarse a las labores del hogar, o a preparar oposiciones durante años y años. En una familia de 5, si uno o dos trabajan, el resto puede no hacerlo. En cambio, los individuos solitarios tienen que buscarse la vida, sí o sí. Normalizar el travestismo o el BDSM en general puede ser muy rentable para las empresas que fabrican fustas o botas de tacón. Pero para la economía en general puede ser un lastre, porque aquellas prácticas y gustos generan amor y vínculos afectivos entre las personas, relaciones emocionales que no encajan en un mundo que se rige por la extrema movilidad y disponibilidad de la mano de obra .
Bueno, vale ya por hoy de eyaculaciones mentales, así que me voy con mis tacones a otra parte, toc, toc, toc .

[Zarpetica]

Bueno, veo, Gatita mimí, que no soy el único que siente pasión por las botas (femeninas, claro), aunque este año confieso que estoy un poco temeroso, inquieto, con mal presagio . Y es que veo en los escaparates pocas botas, en comparación con temporadas anteriores. ¿Será que los diseñadores las consideran pasadas de moda? ¿Será que están esperando a que entre el invierno para inundar las tiendas con ellas? ¿Será que la política de recortes ha llegado al mundo del calzado, y ya no se contempla sino la fabricación de botines (que también me gustan, dicho sea de paso)? No lo sé, pero me aterroriza pensar en un mundo en el que las chicas dejen de usar botas; sería como si las privasen de su feminidad. Cambiando de tema, me preocupa que lleve ya más de 24 horas sin comprarme algo, ya sea calzado o ropa, todo un mérito de ascetismo por mi parte, ¿o quizá señal inequívoca de andropausia precoz? Así que a falta de tacones con los que soñar, me como el coco pensando por qué un homosexual puede salir con toda naturalidad del armario, y, en cambio, no conozco travesti alguno (ojo, travesti, que no transexual) que haya hecho algo similar. Supongo que hay varias razones. Una de ellas es que en la actualidad ser homosexual es algo así como lo más chupiguay y lo más "cool" posible. "¡Mi mejor amigo es gay!" ¡Ya he perdido la cuenta del número de chicas a las que he oído decir eso ! Vale, acepto en principio la explicación de muchas féminas: "Es que como el gay no te va a proponer nada de cama, pues puedes intimar con él sin problema alguno". Pero hagan la prueba y pregúntenle a las chicas cuántos amigos travestis tienen... Rara será la que conozca a alguno de mi especie, y, sin embargo, existimos. La cuestión se torna embarazosa si inquieres: "¿Admitirías como pareja a un chico al que le gustase vestirse de chica? Las que tengan cortesía te responderán con un: "Bueno, como amigo sí, pero no como pareja". Y ahí es donde está el problema. El gay que sale del armario, especialmente si forma parte de las élites sociales, gana en glamour, en prestigio, y gana en lucimiento ante los suyos: sus futuros admiradores y pretendientes. Un homosexual que declare públicamente su orientación sexual multiplica por varias veces sus posibilidades de ligue. En cambio, un travesti que saliese del armario nada ganaría con ello, sino todo lo contrario. Es cierto que aún hoy en día, y en el mundo occidental, el gay puede ser rechazado por buena parte de la sociedad, pero tiene un refugio entre sus iguales. Por contra, el travesti, además de ser despreciado por la gente en su conjunto, no dispone del colchón que pudiese representar el estímulo y apoyo de sus similares, sencillamente porque el hombre travesti no busca la simpatía de otros travestis, sino que anhela la compañía de las mujeres. El travesti no desea compartir su lado femenino con otros hombres, sino con mujeres, y por eso le puede encantar hablar en este foro con chicas acerca de "cosas de mujeres", como la moda. Pero si en la práctica resulta que para la mayor parte del personal, el travesti es percibido como sinónimo de algo así como "homosexual con pluma", la hipotética salida del armario sería similar a una autocondena al ostracismo social. Las personas bien informadas pueden hacer múltiples distinciones entre heterosexuales, heteroflexibles, bisexuales, homosexuales (con o sin amaneramiento), asexuales, pansexuales, travestis, transgéneros, bigéneros, transexuales preoperatorios (hormonados pero no operados) o transexuales propiamente dichos (operados), y saben distinguir entre lo que es "identidad sexual" y "orientación sexual". Pero la taxonomía popular es mucho menos compleja, y burdamente grosera, de manera que sólo distingue entre "normales" y "maricones". Y si por lo segundo entendemos 'individuo que siente atracción erótico-afectiva por los de su mismo sexo', personalmente yo no tendría inconveniente alguno, si lo fuese, en admitirlo. Pero lo que fastidia y deprime es que, no siéndolo, te cataloguen de lo que en verdad no eres. Es como si a un testigo de Jehová empeñado en difundir su fe, la gente lo llama una y otra vez "musulmán" .

Madre mia! que desayunas? quiero doble racion....
Yo te doy ideas y tu las plasmas en letras y nos haremos millonarios como esta de 50 Sombras de Grey... No me pierdo ni un solo post tuyo, que lo sepas! aqui tienes y con el permiso de mi Amo una fan! un beso y no dejes de pensar por todos los santos... igual o mejor pero para atras ni para coger impulso!