Pues bienvenido seas. Y ya que quieres conocer opiniones y experiencias, te contaré la mía.
He probado las mordazas, porque me atraían (y me siguen gustando), especialmente las hinchables. Pero claro, una cosa es la fantasía, y otra la realidad. Pensar en ellas me excita mucho, pero luego, al probarlas, te das cuenta que la cosa puede no ser tan grata. Supongo que en buena medida es cuestión de probar muchas veces, para irte acostumbrando, y así evitar el síndrome de las náuseas, pero no es fácil. Además, el pensar que te vas a asfixiar como consecuencia de un vómito involuntario provocado por tener ese cuerpo dentro de la boca es algo que no es sencillo eliminar. En cualquier caso, sí es cierto que como simple fantasía, una buena mordaza, acompañada de traje de látex o cuero y unos buenos tacones de aguja, es complemento insustuible en una escena de bondage. Pero eso sí, creo que jugar con ellas requiere ante todo extremar las medidas de precaución por ambas partes, tanto de la persona sumisa como, especialmente, de la persona dominante.
Pensándolo bien, pienso que a alguna persona del foro le gustaría ponerme una buena mordaza, para evitar que así hablase tanto... O mejor dicho, unos guantes de cuero que te impiden mover las manos, con lo cual me sería imposible seguir escribiendo...
Me gusta el otoño, porque es cuando las chicas usan las botas.