Alicia y Reme |
Por Fistulo
Hola,
me llamo Alicia, soy una mujer de 30 años, felizmente casada, sin hijos, morena
de 1.70 de estatura con un cuerpo muy bien formado, buenos pechos, buenas
piernas y con las carnes muy duras como dice mi marido.
Deje de trabajar
cuando me case, ya que Julio ( mi marido) del cual estoy terriblemente
enamorada, salia con frecuencia de viaje y siempre queria que le acompañase.
Nuestra vida
sexual, era buena y en cada viaje, pasabamos unas noches de lujuria y placer.
Julio tenia junto
a Manolo, una oficina de productos de importacion y trabajaba con ellos , Reme,
mujer de Manolo, que era una experta en contabilidad.
Una noche llego
Julio y me comento que Reme tenia mucho trabajo y que habian acordado que cuando
ellos salieran de viaje, yo me fuese al despacho, para ayudarla.
Reme tenia 38 años,
morena, mas alta que yo ,con un cuerpo escultural, no tenia hijos, ya que recien
casada, le habian efectuado una operación en la matriz.
El primer dia que
me presente en la oficina, hacia un calor terrible, llevaba un vestido verde
pistacho con un gran escote que dejaba ver la canal del pecho y por encima de
las rodillas, la verdad que por la calle habia observado como las miradas de los
hombres, me devoraban.
La oficina estaba
situada en una torre del centro de la ciudad, en un decimo piso y las vistas
eran impresionantes.
Reme, tenia puesto
el aire acondicionado y despues de besarnos, me sento en una mesa y me dio un
monton de papeles para clasificar y archivar.
Las mesas estaban
una enfrente de la otra y una de las veces que levante la mirada, vi como Reme
que llevaba una minifalda negra, estaba hablando por telefono recostada en el
sillon y con las piernas abiertas, dejando ver sus muslos y un tanga amarillo
que apenas tapaba la rajita, dejando escapar por los bordes una abundante
pelambrera negra.
Me levante para ir
al cuarto baño y me refresque un poco la cara, ya que la vision me habia puesto
algo nerviosa, nosotros cuatro saliamos casi todos los fines de semana y lo
pasabamos cañon, en mas de una ocasión nos habiamos visto desnudas ya que
comprabamos ropa juntas, pero nunca senti esa sensacion.
Salimos para comer
y despues de tomar café, volvimos a la oficina para poder descansar un rato y
estar fresquitas, pusimos el aire a tope , Reme bajo las persianas y
cuando se quedo en penumbra, se quito la blusa y la
falda tumbandose en un sofa, solamente con las bragas y el sujetador.
-Si no
quieres estar incomada, aplicate el cuento- dijo Reme.
Yo me quite el
vestido y despues de colocarlo en una silla, me tumbe en otro sofa tambien
solamente con las braguitas y el sosten, nos separaba una mesita de centro y
hablabamos de nuestros maridos, entre risas y bromas, de pronto Reme, me
pregunto si yo habia tenido alguna vez una aventura con otra mujer.
-Naturalmente
que no- conteste ofendida.
Reme me dijo que
ella, cuando tenia 20 años habia tenido una relacion sentimental con una mujer
de 50 años, que duro 4 meses y que tenia muy buenos recuerdos, tambien dijo que
se lo habia contado a su marido.
Despues nos
quedamos calladas y medio adormiladas. La tarde transcurrio sin novedad y al
salir no quise pararme con Reme para tomarnos una cerveza, alegando que tenia
que planchar y quedamos en vernos para desayunar al dia siguiente antes de
subir a la oficina.
Cuando llegue a
casa, me meti en el cuarto de baño para tomar una ducha, el espejo reflejaba mi
cuerpo desnudo y mientras el agua a presion me refrescaba, empece a pensar en
Reme, los pezones sin tocarlos se pusieron duros , masajee los pechos,
baje la mano derecha hasta los rizos de mi coño y comence a frotar mi rajita,
abri un poco las piernas y meti dos dedos en mi vagina que estaba bastante
mojada y no por el agua.
La vision de los
muslos de Reme con los pelitos de su chocho, no se apartaban de mi pensamiento y
mis dedos masajeaban el clitoris, mientras que con la otra mano,
pellizcaba con rabia mis pezones.
Mientras me
inundaba un gran placer a causa del orgasmo que habia sacudido todo mi cuerpo,
mi boca pronunciaba a gritos “Reme, Reme “.
Al dia siguiente,
me presente en la oficina con un vestido de vuelo en la falda, que cuando me
movia un poco, dejaba mis muslos morenos a la vista. A media mañana, llamaron
nuestros maridos y dijeron que tenian que quedarse todo el fin de semana, ya que
no cerrarian el trato hasta el lunes siguiente.
Poco antes de
salir para comer, Reme me dijo que le buscara un expediente en el archivo, para
verlo durante la noche en su casa, estaba en el ultimo estante y llame a
Reme para que sujetara la escalera.
-Esto es de
lo mas peligroso- dije mientras guardaba el equilibrio
en lo mas alto de la escalerita que estaba apoyada sobre la estanteria, sabia
que desde abajo Reme estaria disfrutando de la vision de mis muslos y mi culo.
Al coger la
carpeta, me incline un poco lo que hizo que la escalera se moviera lance un
grito y soltando la misma que cayo al suelo, me agarre a la estanteria.
-Tranquila
no ha pasado nada- dijo Reme al mismo tiempo que me
agarraba por las piernas.
-Baja poco
a poco-. Sentia sus manos que conforma bajaba, iban
subiendo hasta llegar por mis muslos al filo de las braguitas.
Cuando puse los
pies en el suelo, me dio la vuelta y con su cara a escasos centimetros de la mia,
intentaba tranquilizarme dandome besos y diciendome palabras de consuelo, me
tenia cogida por la cintura, totalmente pegada a mi y una de sus manos me
acariciaba el pelo.
-Que susto
he pasado- dije, sentia las piernas de Reme pegadas a
mis muslos y sus pezones duros clavados en mis tetas.
-Ya paso
todo cariño- dijo Reme, sentia su intenso perfume y su
boca no dejaba de besarme por toda la cara.
-Tienes el
corazon a 200- dijo, mientras su mano se posaba en mi
pecho.
Aquello me hizo
reaccionar y separandome, le dije que iba a pasar al cuarto de baño a
refrescarme.
No sabia que me
pasaba, pues a pesar de que nunca habia tenido relacion con ninguna mujer y
estar enamorada de mi marido, me sentia muy a gusto cuando Reme me abrazo y
beso.
Despues de comer,
como el dia anterior, nos subimos a la oficina y despues de poner la misma en
penumbra, nos quitamos los vestidos y procedimos a tumbarnos en los sofas hasta
la hora de comenzar nuevamente nuestra jornada.
Habiamos tomado
durante la comida una botella de rioja y estabamos un poco tocadas.
-Yo no
seria capaz de sentir nada con otra mujer- dije de
pronto sin venir a cuento.
Reme se levanto
del sofa y acercandose al mio, se sento al borde del mismo y mirandome fijamente
a los ojos me dijo- Eso lo vamos a ver ahora mismo-.
Se inclino sobre
mi y me beso suavemente en los labios, luego me los mordio con mucho cuidado y
metio su lengua en mi boca, sus manos mientras tanto me acariciaban todo el
cuerpo.
-Te voy a
hacer sentir mucho placer- dijo acercando su boca a mi oido,
mientras me desabrochaba el sujetador, luego bajo hasta mis tetas y mientras las
masajeaba con sus manos, me mordia los pezones alternativamente.
Una de sus manos
bajo por mi cuerpo y por encima de las bragas la metio en mi chocho, fue tocando
mis pelitos y me acariciaba los labios, metiendo un dedo en mi vagina, luego
subio al clitoris y mientras seguia chupando los pezones, comenzo a masajear el
mismo.
Yo, suspiraba y
jadeaba, sentia una paz y tranquilidad enorme y un placer que aumentaba cada vez
mas.
Reme se veia que
no era la primera vez que tocaba un coño, ya que a los pocos minutos, el placer
se convertio en un tremendo orgasmo que sacudio todo mi cuerpo.
Mientras estaba
totalmente relajada, Reme se quito las bragas y el sosten y me quito mis pequeñas
braguitas y abriendome las piernas, metio su cabeza entre las mismas y su boca
se apodero de mi chocho, me daba unos lametones en el mismo y sus dientes daban
pequeños mordizcos en el clitoris, pronto vino una segunda oleada de placer y
otro tremendo orgasmo sacudio mi cuerpo.
Reme me levanto
del sofa y mientras me decia palabras de cariño me besaba en los labios, su
cuerpo pegado al mio, los dos totalmente desnudos, me tocaba por todos lados
mientras yo permanecia totalmente quieta sin moverme, se restregaba su chocho
con el mio y sus pechos con los mios, una de sus manos me pellizcaba el culo y
la otra me tocaba el pezon, yo sentia nuevamente deseos de mujer y poco a poco
empece a corresponder, mi lengua se introducia en la boca de Reme y mis
manos recorrian todo su cuerpo, baje una de ellas hasta su coño y introduje dos
dedos en su vagina.Reme suspiraba y me decia entrecortadamente,
--sigue,
sigue --.
La besaba con
furia y los dedos habian efectuada un metisaca en su coño que pronto le hizo
sentir un gran orgasmo. Nos quedamos las dos tendidas en nuestros sofas,
totalmente desnudas y relajadas.
Fue el comienzo de una serie de acontecimientos que otro
dia contare.
Fistulo